Encuentra la confianza que necesitas como corredor

Con la ayuda del coach de #KmdeConfianza Mapfre Germán Madrazo y su experiencia analizamos los desafíos psicológicos a los que nos enfrentamos los corredores

Correr rápido explotando todo tu potencial no solo depende de tu entrenamiento físico
Correr rápido explotando todo tu potencial no solo depende de tu entrenamiento físico

A menudo los deportistas no aprovechamos todo nuestro potencial físico porque tenemos bloqueos, hay algo que se interpone entre nuestras posibilidades reales y el resultado que conseguimos que no somos capaces de controlar. Podemos no llegar a conseguir la marca o el rendimiento previsto porque no hemos creído en nosotros mismos, hemos tenido miedo al fracaso y hemos adoptado una estrategia en exceso conservadora. También nos puede pasar lo contrario, que nos pasamos de entusiasmo y de intensidad por sobreestimar nuestras fuerzas, y es que un exceso de activación y de optimismo tampoco es bueno cuando buscamos ser la mejor versión de nosotros mismos.

Para llegar hasta el final del reto planteado por MAPFRE con su acción #KmDeConfianza, con la que 7 afortunados protagonistas se enfrentaron a la distancia reina, el maratón, a la media maratón o a los 8,5 km del mini maratón en Lisboa el pasado 9 de octubre, hizo falta mucha confianza. En este proceso jugó un placer esencial el coach de motivación Germán Madrazo, que ya tuvo este mismo papel en la edición anterior #KmDeConfianza de 2021, un auténtico experto con una gran historia de motivación detrás, que participó en los Juegos Olímpicos de Invierno de PyeongChang, Corea del Sur, en 2018 como esquiador de fondo representando a su país, México, a pesar de no tener experiencia previa en el deporte, entrenando 10 horas diarias desde que lo decidió. ¡Motivación no le faltó!

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No tener ninguna experiencia con el esquí no le impidió a Germán Madrazo participar en los juegos olímpicos de invierno de Pieonchang 2018 representando a México en la disciplina de esquí de fondo. Su enorme motivación para entrenar 10 horas diarias y la autoconfianza de poder conseguirlo fueron dos de las claves para llegar a este momento de la imagen, tras cruzar la meta. (Foto: Agencia EFE)

Aprende de la experiencia de Germán

1) ¿Cuál es el principal desafío mental al que se enfrenta un corredor ante un reto complicado?

El principal desafío mental al que se enfrenta un corredor es el miedo y la duda.

Ese miedo a fracasar a no lograr la meta es el que nos hace dudar de nuestra capacidad y que en muchos casos nos hace que nos alejemos de la meta, que nos rindamos incluso antes de intentarlo.

El miedo surge de enfrentarnos a algo que nos es desconocido y nos hace ver la meta como inalcanzable. Y el problema se inicia cuando el miedo se comunica con la razón y esta le responde. Una conversación que a menudo va más o menos así:

Miedo: ¡pero que te has creído! ¡Cómo vas a correr 42 kilómetros si no los haces ni en coche y menos con lo cara que esta la gasolina!

Razón: eso sí que esta cara, pero lo quiero hacer, tenemos 6 horas, seguro que lo logramos.

 

Miedo: ¡si ya te quiero ver que no termines y todos se burlen de ti, ya me imagino lo que van a decir! Te van a etiquetar como un perdedor.

Razón: pero ¡qué fuerte! Y si tienes razón 6 horas no es mucho ahora que lo pienso.

 

Miedo: y además al amigo del vecino lo llevaron al hospital cuando intentó correr.

Razón: eso sí que lo escuchamos hace tiempo.

 

Miedo: y encima te recuerdo que los sábados juega el Madrid y no nos podemos perder los partidos.

Razón: es verdad no lo había pensado.

 

Miedo: ¿y tú quieres ir al hospital, que se burlen de ti y encima perderte los partidos?

Razón: pues ahora que lo veo así tienes razón quizá mejor solo intentamos la distancia corta.

 

2) Estamos en una sociedad dominada por el miedo. ¿Cómo influye el miedo en un corredor y qué manera hay de superarlo?

El miedo influye de mil formas, es un ladrón de sueños muy escurridizo que se sabe colar en la fiesta sin que nadie lo vea.

Influye primero en infiltrar la duda sobre la capacidad, de decirnos eso está muy difícil y no lo vamos a poder lograr.

Influye en recordarnos casos extremos que están enterrados en la memoria y que nos recuerdan el peor escenario posible de lo que nos puede pasar.

Tenemos herramientas muy poderosas en nuestra mente que nos ayudaran a vencer el miedo, la primera es la visualización del camino y de la meta

Influye en recordarnos lo que “pensamos que van a decir los demás” y lo pongo entre comillas porque debemos recordar que el miedo siempre va a poner el peor caso posible, de la peor persona posible que nos va a causar el peor daño posible. De esta forma el miedo al fracaso y a la crítica social se convierte en la principal causa de muerte de los sueños.

Pero afortunadamente tenemos herramientas mucho más poderosas en nuestra mente que nos ayudaran a vencer el miedo.

La primera es la visualización del camino y de la meta, el visualizar no solo es cerrar los ojos e imaginarnos que cruzamos la meta, si eso es muy importante, pero más importante es sentarnos y escribir un plan de acción, con el que vamos a asignar tiempos reales que vamos a dedicar, en el que nos vamos a poner metas intermedias que nos ayuden a incentivar la confianza en nosotros mismos y en que vamos por buen camino para lograrlo.

La visualización es alimentar el sueño, es el decir “imagina que cruzamos la meta y al terminar nos hincamos y le proponemos matrimonio” o imaginar que de premio por cruzar la meta vamos a comer a ese restaurante que tanto hemos querido ir, o saber que vamos a entrar en ese vestido que lleva en el armario dos años sin que lo hayamos podido usar.

Una vez que tenemos el plan de acción, y tenemos el sueño de la recompensa que nos vamos a dar en cuanto logremos la meta viene el vencer al miedo social y para eso reclutaremos a los mismos que pensamos que nos van a atacar.

Una especie de “durmiendo con el enemigo” en el que le vamos a platicar nuestro sueño y nuestro plan para lograrlo a un número muy pequeño de personas que sabemos que nos van a apoyar y que por mal que salga todo al menos ellos estarán allí para animarnos.

Y así al saber que no estamos solos y que al menos tenemos asegurada la “no critica” de los seres más importantes en nuestra vida podemos eliminar el miedo a la crítica social.

La segunda es buscar en medios sociales a gente que está haciendo lo que queremos hacer, buscar a desconocidos que tienen nuestra edad, trabajos similares y ver como lo han hecho ellos, y darnos cuenta de que hay muchos más que con trabajos de 10 horas diarias y con familias y un sin fin de etcéteras han logrado o están por lograr lo que nosotros queremos. Y recordar que es inútil compararnos con el campeón del mundo, el campeón de España o el campeón de nuestro club. Cada uno de nosotros es un ser mágico y único, con una historia de vida propia que contar.

Debemos aprender a compararnos contra nosotros mismos, compararte con el tú de la semana pasada, el tu del mes o del año pasado y siempre tratar de ser mejor. A mí me gusta enfocarme en lo mejor que he sido y tratar de vencer la mejor versión de mí mismo. Es súper motivante ver cómo logras avanzar y ser mejor cada día.

Y es bueno saber que la lista de acciones a tomar para vencer el miedo es única para cada persona, que cada cual tiene un miedo que le afecta, y que es bueno sentarnos con papel y pluma y escribir nuestros miedos, y a un lado escribir que podemos hacer para vencerlos y hacer nuestro plan de entrenamiento mental al igual que hacemos nuestro plan de entrenamiento físico.     

Aquí os pongo un pequeño ejemplo:

Tengo miedo a no poder correr como corría antes y que la gente deje de seguirme o de apoyarme por pensar que no quieren seguir a una persona tan lenta.

Y mi acción es esta: hoy los quiero inspirar con mis acciones, con dar mi mejor esfuerzo, con no rendirme. Y que me sigan los que quieren ver a alguien que al paso del tiempo sigue adelante con la misma fuerza y la misma alegría de afrontar los retos. Ahora más maduro y sí, más lento, pero con más ganas de hacer que mis pasos inspiren nuevos pasos.  

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3) ¿Hay algún ejercicio mental que hayas comprobado que funciona en plena carrera, ya sea entrenando o compitiendo?

Sí, claro, tengo una ruta que corro casi todos los días y en esa ruta al final del camino hay una tienda que amo y que es mi lugar favorito del mundo. Y me digo a mi mismo, vamos adelante que solo te queda por correr de aquí a la tienda y eso lo has hecho un millón de veces así que ánimo que esta te la sabes de memoria.

El ejercicio de primero calmar mi respiración, tratar de hacer ciclos más largos de respiración y más pausados porque sé que esto me ayuda a calmar mi mente y a estar más presente, y de allí pensar en que distancia me queda por recorrer, y allí es cuando digo eso es 2 veces o X número de veces la vuelta a la tienda, y con eso viene la afirmación de decir eso lo he hecho miles de veces, lo puedo lograr, ya sé que duele, pero sé que puedo.

4) A veces cuando no cumplimos un reto deportivo surge la decepción y nos hundimos. ¿Qué manera hay de relativizar este tipo de situaciones? ¿Solemos obsesionarnos demasiado con las marcas y el cumplimiento de nuestros sueños como deportistas?

Sí, a menudo nos obsesionamos mucho con las marcas y el cumplimiento de nuestros sueños, y para mí la única manera de vencer esa decepción es sabiendo que siempre mientras estemos vivos tenemos la oportunidad de luchar un día más.

Después de un mal día te vas a la cama y a la mañana siguiente cuando amaneces la vida te regala una oportunidad más, un día más, un día para luchar y para demostrarte a ti mismo que el tropiezo va a sanar y que el aprendizaje te hará más fuerte que nunca.

Entender que somos nosotros los que soñamos y nos ponemos las metas y que al final del día solo a nosotros nos toca juzgarnos, que nos olvidemos de lo que piensan los demás porque un fracaso o un tropiezo no nos va a definir, porque lo que nos va a definir es la lucha constante, es pararte a la mañana siguiente a seguir luchando porque tienes toda la vida para cruzar esa meta y solo fracasas el día en que lo dejas de intentar.

Así que busca la siguiente oportunidad y no pares, no pares nunca porque es el día en que dejamos de soñar y el día en que dejamos de luchar por nuestros sueños el día que empezamos a hacernos viejos.

Que a veces es mejor que no logremos la meta una o dos o diez veces porque cuando por fin lo logramos y entendemos lo que nos costó nos queda un sabor delicioso, el mejor sabor que vas a experimentar en toda tu vida, el de saber que somos invencibles e inquebrantables. Si quieres saber a qué sabe eso es muy fácil: no te rindas y lo sabrás.

5) Cada deportista tiene sus circunstancias particulares y su personalidad, y lo que puede motivar a algunos a otros les asusta, pero ¿hay algún consejo común que te guste darle a la mayoría de personas a las que preparas?

Sí, que aprendan a disfrutar cada día, a festejar cada carrera, cada logro, si hoy cumpliste tu plan de alimentación y de entrenamiento al 100% date un abrazo y felicítate a ti mismo y proponte que mañana será un día más de seguir tu plan de trabajo al 100%. Que la meta no es nada si no lograste disfrutar, aprender y crecer cada día que estuviste trabajando para llegar.

Que trates de que tu esfuerzo inspire al menos a una persona más a intentarlo, porque cuando tu camino abre más caminos entiendes la importancia de tu vida y del porque haces las cosas.

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6) ¿Por qué razones pierde la confianza en sí mismo un deportista?

Porque deja de disfrutar lo que hace, porque le da mayor peso a lo que piensan los demás, o porque se pone metas en plazos que son inalcanzables. Por favor, dense cuenta de que he dicho plazos inalcanzables, yo estoy seguro de que no hay metas inalcanzables, todas las cosas que nos propongamos las podemos lograr, solo hay que darnos un plazo suficiente para lograrlas.

Y la solución no es cambiar de meta, la solución es cambiar de amigos. La solución no es rendirte, es entender que la meta que te pusiste te sigue esperando, y que si estás dispuesto a seguir trabajando para llegar lo vas a lograr.

Que la confianza no es un estado mental, sino un cumulo de acciones, unas positivas y otras de las que aprendemos que nos ayudan a saber que vamos cada día más cerca. Acciones que nos hacen saber dónde estamos y lo que tenemos que hacer para llegar.

Ahora la pregunta no es si tienes confianza en ti o no la tienes, la pregunta es si tienes la fuerza para hacer cada día lo que tienes que hacer para cumplir tu meta.

7) Tu propia experiencia deportiva se ha apoyado en numerosas ocasiones en la motivación y la confianza en ti mismo, ¿hay algo en lo que piensas para seguir creyendo en ti pase lo que pase?

En que un día ya no estaré aquí, y que quiero que alguien me recuerde y diga: si él pudo estoy seguro de que yo también puedo.

Que mi vida sea un ejemplo de lucha y no de éxito, que sea un ejemplo de no rendirse, de cruzar la meta como sea y cueste lo que cueste.

Quiero trascender y hacer que mi existencia ayude a otros a inspirarse a cumplir sus sueños. Me motiva pensar que cada día puedo hacer algo para tratar de motivar a alguien a soñar. Que hasta en el último aliento tienes una oportunidad para vivir y decir como dijo el gran poeta Pablo Neruda “confieso que he vivido”.

 

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