Se acerca el final del año e inevitablemente lo vivimos como un cierre de ciclo. Para algunos, este momento de cierre de “año” se da la noche del 31 de diciembre, en Nochevieja, y por eso existen tantos rituales para fin de año. Para otros, la fecha de cierre de ciclo se da con el solsticio de invierno en el hemisferio norte y con el solsticio de verano en el hemisferio sur.
¿Qué ocurre en el solsticio de invierno?
El solsticio es el momento en el que el Sol se encuentra a la máxima distancia angular del ecuador terrestre, lo que hace que los rayos solares incidan más indirectamente sobre el ecuador y más directamente sobre uno de los hemisferios terrestres. Esto se produce debido a la inclinación del eje de la Tierra en su órbita alrededor del Sol, una inclinación sin la cual no existirían las estaciones del año.
El solsticio de diciembre de 2023 se produce hoy, viernes 22 de diciembre a las 4:27 am hora peninsular española, aproximadamente y supone un gran punto de inflexión: debido a que la inclinación del eje terrestre es la mayor que puede darse respecto al Sol, es uno de los dos momentos del año (el otro es el solsticio de junio) en los que más diferencia hay entre la noche y el día, de modo que en un hemisferio se vive la noche más larga del año y en el día más corto del año, y en el otro hemisferio al revés, la noche más corta del año y el día más largo del año.
¿Cómo afecta este cambio en la naturaleza y en nosotros?
El momento en que el Sol está más cerca de la Tierra, llega poco después del solsticio de invierno y es un fenómeno astronómico que incide de forma muy directa sobre los ciclos de la naturaleza.
- Si observamos las plantas, parece que algunas murieran al perder todas sus hojas y parecer casi sin vida y otras se paralizasen.
- En los animales, que se retiran a descansar para pasar el invierno.
- Como seres que habitamos este planeta, es lógico que también nos veamos influidos por esta energía. Aunque pueda parecer que vivimos al margen de los ciclos naturales y estos nos puedan parecer invisibles, también influyen en nuestro cuerpo físico y emocional.
- Este momento nos recuerda que cerramos un ciclo completo, anual y de estaciones, para dar paso a una nueva vida o a nuevas intenciones tras el proceso de pudrición y desintegración que se ha dado durante el otoño.
- Nos invita a la introspección más profunda, a soltar todo aquello que llevamos arrastrando durante todo el ciclo y que ya tenemos claro que no tiene sentido alguno seguir sosteniendo.
- Puede que a nivel de rendimiento físico en estos días nos sintamos más cansados y abotargados, optando por entrenamientos más de descarga, movilidad y flexibilidad.
Algunas ideas para celebrar tu propio ritual de cierre
- Si practicas yoga, es hacer una meditación trataka (mirar fijamente a la vela) o una sesión de yoga nidra.
- Dejar cualquier tipo de comunicación externa y replegarte en tu interior, proporcionarte silencio para conectar, durante el tiempo que desees.
- Dar un paseo, sin escuchar música, sin llevar el móvil e intentando contemplar qué deseo soltar y que deseo que llegue. Si puede ser por un bosque, estupendo, y si ha de ser por una ciudad llena de ruido y gente, también maravilloso.
- No necesitas ni un lugar ni unos objetos para poder conectar plenamente contigo mismo. Tan solo tómate un momento y celebrar con gratitud la llegada de la nueva estación y el inicio de este periodo lleno de posibilidades.
Recuerda:
Esto lo puedes hacer siempre que lo necesites. Somos un proceso, estamos continuamente finalizando y comenzando. Disfrútalo y que todo aquello que te haga sentir mejor llene este nuevo año permitiéndote habitarte plenamente.