El papiloma en la planta del pie es más común de lo que pensamos y afortunadamente no es de los más contagiosos. Este es el principal problema de la mayoría de los virus del papiloma, pero en este caso su propagación entre seres humanos no tiene una incidencia tan alta.
Se trata de un virus que en muchas ocasiones se repite después de un período de tiempo, aunque lo hayamos vencido. Afortunadamente, no debe dar lugar a problemas más allá de la incomodidad que provocan.
Causas del papiloma en la planta del pie
El papiloma en la planta del pie se puede contraer por contagio con otra persona afectada, aunque no suele ser algo habitual.
Este tipo de verrugas aparecen fundamentalmente por el uso de espacio públicos, tales como piscinas o baños, además de la posible presencia de un sistema inmunitario débil. El papiloma en la planta del pie se contrae más fácilmente si no tenemos un buen sistema de defensas o si contamos con alguna enfermedad que nos hace tener mayor predisposición a ello, como el VIH.
Síntomas y tratamiento del papiloma en los pies
El papiloma en los pies se puede apreciar a simple vista, gracias a la formación de callos o durezas. De hecho, es fácil confundirlo con un simple heloma, por lo que es importante acudir a un dermatólogo para que evalúe la naturaleza del mismo. Sus aspectos diferenciadores incluyen el dolor ante un pellizco o el cambio de color. En ocasiones, las verrugas plantares pueden tener un halo blanquecino o unos puntos negros.
El dermatólogo nos recomendará el mejor tratamiento para nuestro caso concreto, el cual suele incluir productos farmacológicos en cremas, pomadas pero también en pastillas.
Si prefieres probar con los remedios naturales, hay un par de ingredientes de tu despensa que te pueden ayudar a eliminar antes la verruga en esta zona del cuerpo. Uno de los más efectivos es el vinagre de manzana. Basta con humedecer un bastoncillo de algodón, bien empapado en este líquido, y aplicar en la zona afectada. Puedes hacerlo diariamente hasta que desaparezca o se reduzca considerablemente.
Otra idea es utilizar un ajo. En esta ocasión, solo tendrás que frotar bien un ajo contra la verruga y taparlo con una pequeña gasa o venda. Lo dejamos actuar todo el día y por la noche mantenemos el pie al aire, lavándolo previamente para eliminar el olor del ajo.
En cuanto a la alimentación, se recomienda una dieta rica en hierro, magnesio y selenio para reforzar nuestro sistema inmunitario y evitar la aparición de este tipo de virus.