Soluciones para la tendinitis del tibial

Una lesión que se convierte en una tortura física y mental para los corredores

Alberto Cebollada

Soluciones para la tendinitis del tibial
Soluciones para la tendinitis del tibial

"Tendinitis del tibial posterior". Cuando un corredor popular oye este diagnóstico se echa a temblar. Una lesión que no llama la atención, casi fantasma, pero que puede ser dolorosa y además es complicado sacársela de encima. Hay que empezar explicando que la acción de este músculo es supinadora. Por ello su inflamación es frecuente en corredores pronadores que usas zapatillas que sin control de movimiento o con el arco plantar bajo y las plantillas de sus zapatillas no les dan buen soporte, lo que acaba siendo el origen de la sobrecarga.

El tratamiento aconsejado por los especialistas comienza por aplicar hielo en el borde posterior interno de la tibia y por la zona de la planta que corre el tendón. Luego debes acudir un fisioterapeuta que te de dará masajes y electroterapia. El, junto a un podólogo, podrá valorar si en tu caso es necesario usar cuñas de control de pronación (cuñas supinadoras de retropie) que descargen la zona y permitan tu recuperación durante el tiempo que vas a estar sin correr. Sí, la mala noticia es que la periostitis requiere descanso de running...pero puedes seguir manteniendo tu forma física nadando o montando en bicicleta.

El calzado debe ser adecuado a tu pisada, máxime si eres pronador. Necesitas buen control del movimiento y un buen apoyo del arco plantar. Hoy en día la tecnología ha avanzado muchísimo y podrás tener un análisis dinámico de tu pisada que dará toda la información necesaria para la correción del problema.

Debido a su implicación en el mantenimiento del arco plantar, en la supinación y flexión del pie, durante la carrera el tibial posterior sufre mucho estrés, máximo si corres en pista o en recorridos con muchos giros en el mismo sentido. Por ello su estiramiento debe estar presente siempre, flexionando la rodilla y traccionando con la mano del segundo, tercer y cuarto dedos del pie tratando de llevar el pie hacia fuera lo máximo posible.

Por último, un mensaje de ánimo para todos los que ahora mismo estáis sufriendo esta lesión tan "latosa". Siguiendo las recomendaciones que os hemos dado, y estirando frecuentemente el tibial posterior, así como fortaleciendo los músculos plantares mediante ejercicios realizados descalzos (como masajear la planta, caminar de punta-talón...), y desarrollando las propiocepción plantar las molestias de la tendinitis irán desapareciendo progesivamente.