Por el momento vivimos en un grado de confinamiento que nos permite salir de casa para hacer la compra básica, pero no podemos saber, a ciencia cierta, si el estado de alarma se agudizará y el confinamiento puede dejarnos todavía más aislados: en ese caso nuestra capacidad de autosuficiencia será la que garantice nuestra calidad de vida.
Una costumbre saludable
Mucho más allá de pensar en que podamos necesitar confeccionar nuestro propio pan por una necesidad imperiosa de aislamiento, pensad que si somos capaces de hacer una receta a nuestro gusto, ahora que posiblemente tengamos mucho tiempo libre, mejoraremos la calidad de nuestra dieta.
Nosotros hemos preparado el pan que podéis ver en el vídeo con harina de espelta integral ecológica, pero puedes emplear harina de trigo, centeno, avena, cebada… y añadir a la masa desde frutos secos (nueces, almendras…), hasta fruta natural o deshidratada (pasas, manzana, higos…), pasando por las clásicas semillas (sésamo, amapola…)
¿Todas las harinas?
Por el uso de la costumbre el cereal rey en la elaboración del pan siempre ha sido el trigo, entre otras cuestiones porque es el que mejor “panifica" al tener un alto contenido en gluten (lo que le da textura y volumen a la masa) y una elevada proporción de almidón (le confiere buena palatabilidad y crujiente a la corteza).
Cuanto más refinada sea la harina de trigo (o cualquier otra) más sencillo es hacer pan: el salvado (fibra) y el germen (vitamina E) de las harinas integrales apelmazan la masa, aunque pueden llegar a incrementar de manera exponencial el valor nutritivo y dietético del pan obtenido al final.
Nuestro consejo, hasta que tengas soltura con el amasado y el horneado de los panes, es que utilices harina de trigo integral (ecológica mejor) que podrás mezclar en diferentes proporciones con centeno, espelta, avena…
La satisfacción del pan artesano
Ya, lo sabemos, muchos estaréis pensando que de qué película en blanco y negro nos hemos escapado, sí… con un robot de cocina (Thermomix…) introduces todos los ingredientes en un depósito y a los 45 minutos sale terminado un pan con un aspecto elegante y más comercial que el que venden en las panaderías. Es una buena opción, pero a nosotros nos gusta mucho más trastear en la cocina y recuperar esas antiguas costumbres que, para nuestra desgracia, se están perdiendo.
A tu medida
No os vamos a dar recetas concretas, ni porcentajes de ingredientes, ni tiempos de cocinado… en el vídeo adjunto lo tienes todo y si quieres investigar más, en internet encontrarás miles de opciones para preparar panes de la más diversa índole: nosotros hemos preferido simplificar al máximo la elaboración de una barrita de pan.
NOTA SOBRE LA LEVADURA: nosotros hemos empleado levadura fresca, de venta en supermercados (en la zona de refrigerados). Tiene una caducidad muy corta, de pocos días, pero se puede congelar: así dura meses, incluso años. También puedes buscar vídeos sobre cómo elaborar tu propia “levadura madre", una de las opciones más aconsejables, pero en este vídeo ha primado la sencillez por encima de todo.
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