Desde hace unos años, las personas con sobrepeso y obesidad cuentan con medicamentos específicos para perder kilos y grasa como el Ozempic, cuyo principio activo es la semaglutida, y es un medicamento recetado originalmente para tratar la diabetes tipo 2.
Actúa imitando una hormona natural llamada GLP-1, que ayuda al páncreas a liberar insulina cuando los niveles de azúcar en sangre son altos. También ayuda a reducir la cantidad de glucagón producido por el páncreas, que puede elevar los niveles de azúcar en sangre. Además, retarda el vaciado del estómago, lo que puede contribuir a una sensación de saciedad y, en algunos casos, a la pérdida de peso.
Estos nuevos medicamentos son cada vez más demandados y utilizados, y están cambiando las estrategias de dieta y ejercicio clásicas para conseguir la pérdida de peso. Con unas inyecciones subcutáneas que se ponen durante unos meses, las personas llegan a perder muchos kilos de peso, mejorando sus condiciones metabólicas en casos de diabetes tipo 2 e insuficiencia cardiaca, consiguiendo resultados rápidos sin apenas cambios en la alimentación ni en la actividad física.
Pero no podía ser tan sencillo, y un nuevo estudio de la UVA (Sistema de Salud de la Universidad de Virginia) advierte que no están mejorando un indicador crucial de salud: la capacidad cardiorrespiratoria. Y si bien estos medicamentos ayudan a las personas a perder grasa, también reducen la masa muscular vital, lo que genera preocupación sobre la salud cardíaca a largo plazo, la función física y la mortalidad.
Los fármacos GLP-1 ayudan a perder grasa, pero esto conlleva una pérdida de masa magra, de la cual el músculo representa entre el 40 % y el 50 %. De hecho, la pérdida de masa magra representa entre el 25 % y el 40 % del total de kilos perdidos, mientras que la disminución de la masa magra relacionada con la edad es de tan solo el 8 % por década.
La pérdida de masa muscular magra puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, mortalidad por cualquier causa y una menor calidad de vida. Por ello, los especialistas estáan empezando a recomendar a los pacientes a los que se les recetan estos medicamentos que cuiden su alimentación y hagan entrenamiento de fuerza específico para no perder la masa muscular y entrenamiento aeróbico para mejorar la salud cardiovascular.
Los investigadores concluyeron que si bien, los fármacos GLP-1 reducen significativamente el peso corporal y la adiposidad, hay que tener en cuenta que también hay una pérdida sustancial de masa libre de grasa (MLG), sin evidencia clara de una mejora del CRF (VO2 max).
Esto puede afectar a la salud metabólica, la esperanza de vida/fragilidad y la longevidad general de los pacientes. Por ello, creen que se deben realizar más investigaciones para comprender mejor los efectos de los fármacos y garantizar que los pacientes obtengan los mejores resultados posibles.
Uno de los investigadores del estudio, el Dr. Siddharha Angadi ha comentado: "El siguiente paso será evaluar cómo afeceta incluir el entrenamiento físico durante la terapia con GLP1 en cuanto a su capacidad para preservar o mejorar el VO2máx durante la terapia con GLP1".
Los investigadores recomiendan combinar el tratamiento con ejercicio, ingesta de proteínas y posiblemente futuros medicamentos para evitar las desventajas ocultas de una pérdida de peso rápida.
Fuente: University of Virginia Health System. "Fat melts away, but so does muscle: What Ozempic users need to know.": www.sciencedaily.com/releases/2025/07/250730030400.htm