Ahora bien, los pulmones no son los únicos implicados en este proceso. Aunque no podemos verlos, la realidad es que es fácil sentirlos cuando están en acción, con ponernos las manos en el pecho e inspirar muy profundamente, ya podemos sentir su presencia y actividad.
Los pulmones: órganos de purificación
- Situados dentro del tórax y a ambos lados del corazón, cabe destacar que están protegidos por las costillas.
- Son huecos y están cubiertos por una doble membrana lubricada llamada pleura, que evita que estos rocen directamente con la pared interna de la caja torácica.
- Están separados el uno del otro por el mediastino.
- Debajo de ellos, se sitúa el diafragma que separa la cavidad torácica de la cavidad abdominal.
- Los pulmones, derecho e izquierdo, no son iguales. El pulmón derecho es de mayor tamaño que el izquierdo (debido en gran parte al espacio que ocupa el corazón).
- Se dividen en lóbulos, el derecho en tres (lóbulo superior, medio e inferior) y el izquierdo en dos (superior e inferior).
La alimentación, por ejemplo, es una manera de que los pulmones trabajen de la mejor forma posible.
A tener en cuenta
Y ahí es donde entran en juego algunas frutas, las cuales se consideran beneficiosas para sostener su salud por ser ricas en antioxidantes, vitaminas y propiedades desintoxicantes.
Entre ellas, destacan las frutas cítricas como naranjas o limones, que son ricas en vitamina C.
Y la vitamina C es determinante para la salud de los pulmones, debido a que ayuda a estimular el sistema inmunológico y aumentar la producción de glóbulos blancos, que son células responsables de combatir infecciones y varias enfermedades respiratorias.
Por si esto fuera poco, este tipo de frutas también contienen antioxidantes que ayudan considerablemente a prevenir daños celulares en los pulmones causados por la contaminación y otros agentes tóxicos, según un estudio publicado en Evidence-Based Complementary and Alternative Medicine.