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Aunque la miel por lo general es bastante buena para la salud, no todo es blanco o negro en esta vida, por lo que también hay casos en los que se puede desaconsejar su uso. En este artículo vamos a hablar concretamente de la miel de flores, también conocida como la miel monofloral o miel de las mil flores.
¿Qué es la miel de flores?
La miel de flores es uno de los tipos de mieles más populares. Se extrae del néctar producido en flores de diferentes tipos. Para que lo entiendas mejor, puede ser miel monofloral, cuando se extrae de una sola planta (hay miel de romero, miel de naranjo, etc.), o también existe la miel de mil flores, cuando se mezclan diferentes tipos de plantas.
Cuando nos referimos a ella simplemente como miel de flores, lo habitual es que estemos pensando en la miel de mil flores o multifloral. En este tipo de miel, no predomina ninguna flor, si no que es el resultado de la mezcla de varias. En general, este tipo presenta un sabor intenso y dulce, color ámbar y aroma agradable.
Beneficios y contraindicaciones de la miel de flores para nuestra salud
Ciertos estudios han comprobado que la miel, debido a su alto contenido en glucosa, eleva los niveles de azúcar en sangre, por lo que no es recomendable para diabéticos. Al contrario de lo que ocurre en los casos de colesterol, donde la miel tiende a reducir el colesterol LDL y elevar el HDL.
Por otro lado, otra de las ventajas de la miel es su alto contenido en antioxidantes, algo positivo para nuestra salud y que nos ayuda con varias cuestiones. Por ejemplo, a frenar el envejecimiento celular o mejorar nuestro sistema inmunitario, entre otros beneficios.
Debido a su textura y sus propiedades antibióticas, la miel también es recomendable para resfriados, gripes y molestias de garganta, permitiéndonos suavizarla cuando la tenemos irritada. Por tanto, excepto que exista alguna contraindicación médica, la miel, consumida de forma moderada, puede aportarnos ventajas muy positivas para nuestra salud.
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