Carne de conejo: baja en grasas y alta en proteínas, el secreto de la Dieta Mediterránea
Una carne blanca, con bajo contenido en grasa y en calorías, pero rica en proteínas de alto valor biológico, vitaminas del grupo B o fósforo. Y no, no es el pollo. Tampoco el pavo. Hay una tercera que todavía es, para algunos, un gran secreto de la Dieta Mediterránea.
Hablamos de la carne de conejo, un alimento saludable que se está afianzando en la dieta de los deportistas gracias a sus innovadores formatos listos para cocinar, que potencian todas sus posibilidades gastronómicas. Muslos, medallones y medio conejo troceado le añaden un componente de practicidad para adaptar esta nueva forma de cocinar en Europa a nuestros vertiginosos ritmos de vida.
Y la puedes encontrar en tres nuevos formatos listos para cocinar (muslos, medallones y medio conejo troceado) que hacen que este producto sea cada vez más cómodo, convirtiéndose en la nueva forma de cocinar carne magra y alta en proteínas para una alimentación saludable y deportista.
Entre los beneficios de esta carne blanca, está su versatilidad que permite a los consumidores huir de la monotonía. Algo que se refleja en la relación entre cada uno de los cortes y un método de preparación concreto. Los medallones, por ejemplo, son los más cómodos, por el hecho de tener un solo hueso en el centro, y por eso se enfocan a la plancha y a familias y niños (aunque no exclusivamente).
En la web elsecretoescarnedeconejo.eu, impulsada por el sector, pueden verse ideas sanas, como las brochetas o los medallones con verduritas.
Y en nuestra web Sportlife.es tienes varias recetas con carne de conejo para deportistas.
¿Muslos, troceado o medallones? Mientras que los muslos destacan en el horno (con limón y aceitunas, con yogur, pimienta y cilantro o en ensalada de pasta), el medio conejo troceado está preparado especialmente para arroces y guisos, tradicionales o con un toque actual.
Con un aporte calórico de apenas 131 kcal/100 gramos, estas opciones permiten aportar algo de variación a los sabores más habituales dentro de nuestra dieta sin perder de vista las propiedades saludables. Y hacerlo, además, de la manera más conveniente, pues se trata de un tipo de carne que puede congelarse sin perder ninguno de sus beneficios, tanto en crudo como una vez cocinada, hasta un máximo de 3 meses. Al vacío, resiste en la nevera hasta 8 días.
Con valor social y ambiental
Y la cosa no se reduce a su carácter saludable, pues la producción de la carne de conejo tiene muchos más puntos a favor. Por de pronto, cuenta con las máximas garantías en cuanto a calidad y seguridad alimentaria, como le exigen las regulaciones europeas. Pero los productores y transformadores tampoco se olvidan de algunas consideraciones cada vez más importantes en nuestra sociedad, como la sostenibilidad ambiental y el respeto animal, en las que son ejemplares.
Y, en el lado social, se trata de un producto muy vinculado con la España Vaciada, en la que se da la mayoría de la producción, y en la que fija miles de empleos. Un buen añadido de sostenibilidad para un alimento secreto de la Dieta Mediterránea que cada día es menos secreto y más protagonista en las cocinas de Europa.