Le pide el divorcio tras comprar una bici de triatlón de 11.000 euros sin decirle nada

Lo que pasa cuando perdemos la cabeza y olvidamos el lugar que debe ocupar en nuestra vida el deporte

Fran Chico

Le pide el divorcio tras comprar una bici de triatlón de 11.000 euros sin decirle nada
Le pide el divorcio tras comprar una bici de triatlón de 11.000 euros sin decirle nada

Muchos nos hemos reído de esta noticia que pudimos leer en el portal de Andalucía www.deportedelsur.com. Ya corren chistes incluso del doble beneficio conseguido por el marido: tiene una bici tope de gama y ahora además todo el tiempo del mundo para entrenar. Pero el sentido del humor tan español no puede ocultar que lo que trae esta noticia en el fondo no es un caso aislado.

Cierto es que es un poco extremo, como pudimos leer en la noticia, que una persona se gaste 11.000 euros en una bici de triatlón y ni se lo comente previamente a su mujer en una economía familiar que, como comentaba la esposa, tampoco era que sobrara el dinero a montones.

Por lo que se ha sabido la pareja ronda los 40 años y tienen una hija tras casi 20 años de relación. El comenzó a practicar triatlón hace unos 8 años.Todo sucedió cuando él, hace aproximadamente un año, entró en casa con una nueva bici aerodinámica para hacer triatlón de larga distancia de aproximadamente 11.000 euros de coste sin decirle nada antes a su mujer.

"Cuando vi la bicicleta le pedí explicaciones porque no me había dicho nada, él intentó restarle importancia, pero cuando entré en la cuenta bancaria y vi lo que se había gastado, cuando esa misma tarde teníamos que ir a comprar el material escolar de la niña, me fuí al garaje donde tenía sus otras tres bicicletas, le cogí una y se la revoleé, al día siguiente me busqué un abogado para pedir el divorcio, aunque viva sola con la niña sin su ayuda me va a salir más barato, es un irresponsable", explicó la mujer. 

Sinceramente es un caso de lo que venimos comentando en Sport life. A todos nos encanta el deporte, nos ofrece nuevos retos, nos engancha a la vida sana, pero en el momento en el que, siendo como somos populares (otra cosa son Gómez Noya, Contador, Mireia Belmonte o Mario Mola que viven de esto) se convierte en la prioridad de tu vida es que la cosa ya va por mal camino. Por supuesto que todos queremos mejorar como deportistas, ver como bajan nuestras marcas, iniciar nuevos retos y si puede ser un Ironman pues mejor, pero esto tiene que ser compatible con nuestro trabajo y sobre todo con nuestras familias. Hay gente que cuando se acerca su maratón tiene miedo hasta acercarse a su hijo si ve que tose para que no le pegue algo.

Nada, ni siquiera el deporte, es sano cuando se convierte en una obsesión. Lo decimos muchas veces en Sport Life: la vida es el mejor deporte. Y reducirla sólo al deporte, por mucho Ironman que estés preparando, es una vida muy pobre.