¿Papá Noel es de los Celtics?

El día de Navidad pone su guinda con el clásico del baloncesto mundial, en el que los de Boston vencieron en casa del eterno rival, Los Ángeles Lakers.

Gerardo Centeno García-Rodrigo

¿Papá Noel es de los Celtics? (Foto: iStock)
¿Papá Noel es de los Celtics? (Foto: iStock)

Menudo regalo de Navidad trajo ayer Papá Noel a los Boston Celtics. Tras repartir presentes por todo el mundo a lomos de su trineo, el de Finlandia quiso que mayores y pequeños se juntaran frente al televisor para rememorar el duelo más clásico de la NBA. Generaciones juntas desempolvando las viejas camisetas de los dos equipos más laureados del baloncesto americano y recordando las noches de gloria. Diecisiete anillos en cada una de las franquicias.  

-¿Con quién vamos? – preguntaba mi hijo asomándose por vez primera a la retrasmisión de un partido en directo.

-Con los Celtics, por supuesto – contesté lo que para mi mente ochentera resultaba obvio.

Boston Celtics (Foto: iStock)
Boston Celtics (Foto: iStock)

Y es que en aquella década escolar en la que el baloncesto del otro continente comenzó a exhibir sus canastas por el orbe, casi todos éramos de los Lakers de Kareem Abdul-Jabbar y Magic Johnson o de los Celtics de Larry Bird, Kevin McHale o Dani Ainge. Más tarde, con la irrupción de Michael Jordan, los Bulls se llevaron la mayoría de los seguidores, pero algunos nos mantuvimos fieles a los primeros colores. Y ahí estábamos de nuevo. Lakers contra Celtics. Amarillos contra Verdes. Lebron James contra el rodillo bostoniano el día de Navidad. El regalo estaba servido. Boston aparecía en el pabellón angelino con un equipo enchufado. Sus estrellas de los últimos cursos, Jayson Tatum y Jaylen Brown, cuentan ahora con el respaldo de Jrue Holiday y Derrick White, así como un amplio banquillo y, por encima de todo (tras muchos años), un pivot de garantías, el letón de 218 cm Kristaps Porzingis. Todo este arsenal fue demasiado para Lebron, de cuyo acierto anotador dependen los Lakers en demasía. Entre él, con 38 primaveras a la espalda, y Anthony Davis, consiguieron llegar al descanso con el marcador empatado tras un inicio arrollador de Boston que presagiaba el desastre, pero faltaban armas para frenar a estos Celtics. Con su quinteto titular en pista no tuvieron más que pisar un poco el acelerador para poner tierra definitiva de por medio. 115-126. Dicen las malas lenguas que Papá Noel se cambió el traje rojo y pasó de incognito por las gradas. La Navidad se tiñó de verde… y no por el color del Grinch…