Un diablo negro en las aguas de Tenerife

El avistamiento del ejemplar en la superficie supone un acontecimiento sin precedentes para buceadores y biólogos marinos

Diablo negro o Melanocetus johnsonii (Foto Ryan Somma - Wikipedia)
Diablo negro o Melanocetus johnsonii (Foto Ryan Somma - Wikipedia)

Pocos estudiosos de las especies oceánica pueden presumir de haber visto en directo un diablo negro –también llamado rape abisal- o Melanocetus johnsonii como es su nombre científico, pues el hábitat natural de este animal de aspecto propio de monstruo del celuloide es el fondo marino, allá donde los rayos de luz no llegan, entre los 200 y los 4 000 metros de profundidad. Por esta razón se ha armado buen revuelo entre la comunidad oceanográfica, pues una hembra de veinte centímetros ha sido detectada a dos kilómetros de la isla de Tenerife nadando a escasa profundidad. El ejemplar abandonó los habituales miles de metros en los que suele ocultarse y se adentró cerca de la superficie. Para un depredador de crustáceos que atrae a sus presas por medio de una especie de bombilla que cuelga de su cabeza, la excursión miles de metros arriba es de todo punto infrecuente.

Para tranquilidad de los buceadores, el diablo negro solo tiene de temible el nombre para el ser humano. Pese a sus afilados dientes, no es agresivo. Si alguien tiene la fortuna de toparse con otro deberá avisar inmediatamente a las autoridades, pues resultará de gran utilidad para que los investigadores aclaren este desconocido comportamiento.