Los deportes olvidados en los Juegos Olímpicos (parte II)

El kárate, arte marcial con origen en el imperio japonés del siglo XVI, vuelve a desaparecer de los Juegos en la edición de 2024.

Gerardo Centeno García-Rodrigo

El kárate, otro de los deportes olvidados como disciplina olímpica en Paris 2024 (Foto: iStock)
El kárate, otro de los deportes olvidados como disciplina olímpica en Paris 2024 (Foto: iStock)

Siguiendo con nuestra serie de disciplinas deportivas que no estarán presentes en el programa de los Juegos Olímpicos de París vamos a detenernos en una especialidad centenaria. Nada menos que el kárate. Para quien tirando de memoria crea recordar la presencia de este deporte en los Juegos, decir que está en lo cierto. El kárate estuvo presente en Tokio 2020, donde la delegación española consiguió dos históricas medallas gracias a los katas de Sandra Sanchez y Damián Quintero, oro y plata respectivamente en la modalidad que consiste en la ejecución de movimientos defensivos y de ataque. Pero lo que sin duda chocará al lector es conocer que el kárate, deporte practicado en la mayoría de los países del mundo, tan solo ha estado presente en dicha edición. El hecho de celebrarse los Juegos en Japón, cuna de este arte marcial, hizo que se incluyera en el programa, pero fuera del país del sol naciente vuelve a quedarse sin lugar en la parrilla de deportes olímpicos, cosa que no ocurre con su hermano coreano, el taekwondo.

¿Por qué no está entonces el kárate en la lista de deportes que desfilarán en la jornada inaugural por el Sena? Lamentablemente, el criterio es el mismo por el que sí estuvo en Tokio. Ni más ni menos que el puramente económico.

Tal y como contábamos en el primer capitulo de deportes olvidados en los Juegos, la Carta Olímpica exige como requisito que la disciplina sea practicada en al menos 75 países de cuatro continentes para modalidades masculinas y 40 países de tres continentes para las femeninas. En el caso del kárate es indudable que esto se cumple. Esta disciplina nació en la isla japonesa de Okinawa hace siglos. Fue en la década de 1920 cuando se popularizó en todo Japón, para dar el salto rápidamente a numerosos países de todos los puntos cardinales. ¿Por qué no está entonces el kárate en la lista de deportes que desfilarán en la jornada inaugural por el Sena? Lamentablemente, el criterio es el mismo por el que sí estuvo en Tokio. Ni más ni menos que el puramente económico. La intención del COI es modernizar los Juegos para llegar a un público más joven, por lo que disciplinas como el surf, la escalada, el baloncesto 3x3 o el breaking ocupan los lugares de deportes con larga historia. No siendo Francia un país de mucha tradición karateca, el resultado es la ausencia de la técnica de defensa oriunda de Okinawa. Con más cincuenta millones de practicantes en el mundo, es una decisión difícil de entender. El kárate busca la defensa, y no tanto la competición, pero quizá solo por eso merezca ser reconocido con la corona de laurel. Esperemos que el necesario desarrollo económico de los Juegos no los aleje de los auténticos valores olímpicos.

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