Del cáncer de mama a la triple corona de natacion

La gran historia de superación de la valenciana Selina Moreno

Sara Alvarez

Del cáncer de mama a la triple corona de natacion
Del cáncer de mama a la triple corona de natacion

Cuando le diagnosticaron cáncer de mama, en 2005, no entraba en los planes de Selina conseguir algún día la triple corona de la natación internacional en aguas abiertas. Pero ese diagnóstico supuso un punto de inflexión en la vida de esta madrileña afincada en Gandía. Pasó de hacer travesías normales (máximo 2.500 m) a cruzar el Estrecho de Gibraltar apenas 16 meses después de acabar el tratamiento. A pesar del dolor en el brazo, nadar siempre ha sido su desahogo, lo que más la gustaba. Como ella dice: ‘el cáncer también puede ser un paso adelante para decidirte a llevar a cabo tus sueños y proyectos, sin limitaciones y sin miedo al fracaso. De la peor experiencia de mi vida, he sacado lo mejor. Ahora sé que puedo hacer de todo y que me queda mucho por vivir”.

“Después de pasar por algo así, mentalmente eres más fuerte, más luchadora. Físicamente tengo menos fuerza, no puedo coger peso, me duelen mucho los brazos, pero hago más cosas que antes, acepto mis limitaciones y lo que puede es la fuerza interior, no la física. La larga distancia requiere técnica, resistencia, y la velocidad es importante pero necesitas un buen fondo y una buena cabeza, entrenar todos los días, ser muy disciplinada. Y en esto soy mejor que antes del cáncer”.

El currículum deportivo de Selina desde entonces no ha parado de crecer. No obstante, una corona brilla por encima de todas las demás: la Triple Corona de la Natación en Aguas Abiertas, título que solo obtienen aquellos que han conseguido completar la travesía del Canal de la Mancha (35 km), la Isla de Manhattan y el Canal de Santa Catalina. Selina ha sido la primera mujer española y ocupa el número 55 en la lista mundial.

El pasado verano, junto a otro nadador, Vicente García, Selina afrontó un nuevo reto se lanzó a las aguas del Cantábrico para nadar por relevos y sin neopreno los más de 60 kilómetros que separan el Puerto de Bilbao y la Playa de los Peligros, en Santander. Más allá del deporte, su objetivo era recaudar fondos para la investigación contra el cáncer infantil dentro de los programas de la Asociación Española contra el Cáncer “Mi reto contra el cáncer, Bilbao Santander nadando contra el cáncer infantil”. Ese día tuvieron que enfrentarse a olas de más de dos metros, auténticas montañas de agua. Pero lo más difícil, nos cuenta Selina, es enfrentarse a la parte financiera de todos los retos. Tiene que autofinanciarse y es muy costoso, especialmente cuando el proyecto de aguas abiertas tiene lugar fuera de España: gastos del viaje para todo el equipo, alojamiento, comidas, equipación, gasolina, alquiler del barco… estos gastos hacen que muchos proyectos no salgan adelante por falta de patrocinio.