Cuando Alex Roca dice que "el límite lo pones tú" lo dice realmente en serio. Este joven catalán está derribando realmente los límites de lo que es la discapacidad. El año pasado le vimos hacer la Pilgrim Race, el pasado mes de febrero tras tres horas de esfuerzo completó la Media Maratón de Barcelona y ahora ha llegado todavía más lejos al conseguir ser finisher de una de las pruebas de bici de montaña más exigentes del mundo: la Titan Desert, una prueba por etapas que se celebra en el desierto de Marruecos en las que los 750 participantes han tenido que soportar temperaturas de más de 45 grados. Esta semana era noticia la Titan Desert en todos los periódicos por la muerte de un participante al sufrir un infarto.
Alex Roca es, sin duda, una persona muy especial, alguien capaz de enfrentarse a la vida de frente, sin límites, pese a tener un 76% de discapacidad física. Así nos contaba él mismo sus condiciones de vida cuando le conocimos el año pasado en la Pilgrim, la prueba ciclista que une Madrid y Santiago en 7 etapas. “Yo nací casi “normal", aunque tengo que decir que la palabra normal no me gusta. Fue a los 6 meses cuando tuve una encefalitis vírica hepática. Es un herpes que te puede salir en la piel pero a mí me salió en el cerebro; los médicos dieron dos opciones: morir o quedar en estado vegetativo y aquí estoy. Tengo un 76% de discapacidad física y parálisis cerebral. Muchos dijeron que lo mejor que me podía pasar era la muerte, que nunca sería capaz de caminar, que no podría expresarme, que no podría estudiar ni conducir, pero aquí estoy".
Alex ya lo había intentando el año pasado en la Titan Desert pero tuvo que abandonar. Este año ha mejorado algunos detalles de la preparación, en especial la hidratación, además de mejorar el tandem, que pesa casi 30 kilos y tiene pedaleo independiente para que cada uno pueda llevar su ritmo. Su piloto ha vuelto a ser Héctor Rodríguez y ha tenido un equipo a su alrededor con gente experimentada en este tipo de pruebas como Miguel Silvestre o Valentín Sanjuan. Bien rodeado Álex esta vez sí ha conseguido la piedra fósil que se da a todos los finishers de la Titan Desert, superando etapas como la primera de 108 km o la jornada de navegación en la que los participantes deben orientarse con su GPS.
Y Álex seguirá buscando nuevos retos ("¿Será el próximo el Maratón de Nueva York"?) y seguirá difundiendo su mensaje sobre la discapacidad. "Es difícil que alguien confie en una persona con mi discapacidad, discapacidad entre comillas porque todos somos discapacitados. Unos llevan gafas, otros aparatos...lo que pasa es que es algo común y lo vemos normal, pero si es una discapacidad física más visual ya decimos "este tiene una discapacidad", pero no, todos tenemos una discapacidad".
