¿Quieres tonificar? ¿Desterrar la grasa de tu barriga? ¿Conseguir el cuerpo de Pilar Rubio? Casi todas queremos. El problema es que es imposible conseguir el cuerpo de otra (ya está asignado) y no se puede bajar grasa por zonas. Olvídate de los planes de entrenamiento que te proponen cosas como estas. Sí, es posible mejorar radicalmente tu cuerpo (el tuyo, no cambiarlo por el de otra), pero para eso tendrás que dejar los tradicionales “ejercicios para chicas” y aparcar la mancuernita de 5 kilos. Tendrás que entrenar de verdad, pero la buena noticia es que resulta mucho más divertido.
Desarrollando musculatura… ¡de mujer!
Este tema es todavía un tabú, incluso en las salas de fitness. Muchas mujeres rehúyen el entrenamiento de la fuerza por miedo a que se produzca un crecimiento excesivo de su masa muscular, que pueda restarles “feminidad”. Pues tengo algo que decirte: cuando hablas de “tonificar”, “endurecer” o “crear silueta” en ciertas partes de tu cuerpo, de lo que realmente estás hablado es de “músculo”. El músculo es lo que puede darle a tu cuerpo la forma que deseas, ¿por qué tú no quieres ganar formas tipo michelín, verdad? No podrás conseguir un cuerpo más redondeado ni más sexy sin construir masa muscular.
Las “diosas de las curvas” son mujeres con musculatura desarrollada en la zona de los glúteos y con una espalda ancha que por contraste crea un tremendo estrechamiento en la cintura. Es sencillo: cuanto más fuerte seas, más curvas tendrás. Y por si fuera poco, más fácil te resultará eliminar grasa corporal. El músculo es un tejido metabólicamente activo, que quema calorías por el simple hecho de estar ahí. Si tienes más músculo, quemas más grasa.
¿Deberíamos entonces entrenar como un hombre?
Si con "entrenar como un hombre" te refieres a levantar cargas cada vez más altas y desterrar para siempre los ejercicios localizados para tus zonas débiles y los interminables paseos en elíptica… ¡sí! debes entrenar como lo hacen la mayoría de los hombres en el sentido de que debes manejar cargas progresivas y retar al potencial de tu tejido muscular.
Ahora bien, en mi opinión (y aquí hay diversidad de criterios), debes levantar pesos de forma diferente a cómo normalmente lo hace un hombre, sobre todo en el diseño de la sesión. Para transformar tu cuerpo, deja de entrenar como siempre lo han hecho la mayoría de las mujeres, pero tampoco imites el entrenamiento que ves hacer a la mayoría de los hombres.
Entre hombres y mujeres existen diferencias fisiológicas y de fuerza. Cuando un programa es diseñado para una mujer, debería focalizarse en sus debilidades y en sus ventajas y desventajas metabólicas.
Tan erróneo para una mujer es realizar un entrenamiento de “tonificación” tipo GAP (dirigido a las zonas problemáticas, con muchas repeticiones) y mucho aeróbico -clásico entre las chicas-, como lanzarte a la sala de pesas y hacer el entrenamiento típico de los culturistas que dedica toda la sesión a una parte corporal. Planificar por zonas puede funcionar para aquellos que pretenden el máximo crecimiento posible, pero ese no suele ser el objetivo de las mujeres y no contribuye a solventar sus necesidades.