Así han cambiado los pulsómetros en 20 años...
Han pasado 20 años pero Polar ya tenía una tecnología muy avanzada en 1999, como su función Ownzone basada en la variabilidad cardiaca, para darte tus zonas de pulsaciones personalizadas para cada entrenamiento. Adelantados a su tiempo presentaron Sonic Link, un sistema para enviar los archivos de entrenamiento desde el pulsómetro al ordenador, sin cables, utilizando el micrófono.
Ya entonces se controlaba la recuperación, con el software Polar Precision Performance 2.0. Con Recovery Heart Rate medían cuanto bajan las pulsaciones en un periodo concreto de tiempo que definía el usuario. La función Recovery Time mide el tiempo que tardas en alcanzar unas pulsaciones determinadas.
Y varios años antes, en el ’95, ya había un modelo de Polar, el Vantage NV, que medía la variabilidad cardiaca para conocer el estado de recuperación. El nombre se ha recuperado en la actualidad para los topes de gama de los finlandeses.
Las pulsaciones se enviaban codificadas desde la banda al reloj, para evitar que se registraran las de otro deportista, pero todos los registros una vez descargados se quedaban en tu ordenador personal, nada de nubes para el almacenamiento de la información ni para poderla compartir con la facilidad de los sistemas actuales.
1999 Polar Coach
Entre sus características estaban la transmisión codificada OwnCode™ para evitar interferencias, tres zonas de entrenamiento de pulsaciones, dos temporizadores, cálculo de recuperación, memoria de 99 tiempos parciales con pulsaciones medias, cronómetro, pantalla retroiluminada, resistencia al agua 20 m y la posibilidad de enviar los datos al ordenador via SonicLink, al micrófono.
El registro almacenaba hasta 60 muestras, una cada minuto para entrenamientos de hasta una hora, y cada 8 minutos en entrenamientos de duración de 4 a 8 horas. Los datos no eran más que pulsaciones y tiempos. Hoy los Polar guardan muestras de datos infinitamente más complejas, incluyendo alturas, potencia, posición, cadencia… cada segundo. Si querías más memoria podías recurrir al más sofisticado Polar Accurex Plus, con 4000 registros.
Como función avanzaba Polar Coach contaba con entrenamiento por intervalos.
La primera integración reloj GPS vino de la mano de Casio
La integración de un sensor GPS en el propio reloj, algo totalmente habitual hoy en día, era algo excepcional hace 20 años. El primer reloj que disfrutó de esta tecnología fue el Casio Protrek PRT-1GP que se lanzó precisamente en 1999 y del que hicimos una nota en la 1ª edición de Sport Life.
2019 Polar Vantage V
La tecnología de pulsaciones ópticas alcanza el máximo nivel de precisión y comodidad con los 9 LED del Polar Vantage V complementados con 4 electrodos de contacto, pero no os penséis que ese sistema óptico de lectura es nuevo, existía desde más de 30 años con sensores ópticos que se solían colocar en el lóbulo de la oreja con un cable que llegaba hasta el pulsómetro.
Con el Vantage el envío de archivos al ordenador se hace por Bluetooth Smart, una tecnología muchísimo más rápida y eficaz que la primitiva tecnología Sonic Link inalámbrica de hace 20 años y tus registros van a Polar Flow, una potente nube desde la que te puedes descargar programas de entrenamiento que se van adaptando a tus logros. Si hubiéramos visto esto hace 20 años nos habría costado creerlo.