Probamos la enésima apuesta con placa de carbono que nos ofrece el mercado. En este caso es una oferta un tanto exótica aunque mucho me da que será por poco tiempo. Poniéndonos en contexto y, aunque ya hemos probado algunas zapatillas de 361º, os diré que esta marca nace en Taiwan hace unos años y sobre todo se ha centrado en hacer zapatillas con tecnologías muy contrastadas y zapatillas con unas calidades de acabados rara vez vistas. Podríamos decir que 361º está buscando su nicho en corredores de toda la vida que busquen zapatillas muy fiables y contrastadas. Aun así la marca no se ha podido resistir a la tentación de presentar su apuesta por la placa de carbono y en esas nos presenta su Flame. ¿Qué podemos esperar de una marca con un planteamiento totalmente conservador a la hora de hacer una zapatilla con placa de carbono.
OPTIMO EQUILIBRIO
Mantener tu ADN y hacer una zapatilla rompedora, con placa de carbono todo lo que no sea eso es fracasar, no es desde luego fácil. 361º lo consigue con su Flame a base de un trabajo de ingeniería muy serio. Dejando de lado los materiales, que ahora los veremos, sobre todo destaca que la Flame está bien hecha. No hay nada que desentone, nada que se quede a medias ni nada que esté ahí por casualidad. Veamos cómo funciona de abajo a arriba.
SUELA: Es la evidente señal de que no hace falta complicarse la vida para obtener un gran resultado. La Suela de la Flame es la que podríamos encontrar en cualquier zapatilla de entrenamiento, incluso hasta tiene más grip que la gran mayoría y un compuesto más o menos duro que garantiza la durabilidad. Evidentemente esta suela es la de una zapatilla rápida pero en vez de escatimar en prestaciones se han limitado a hacerla fina. La durabilidad es realmente buena y la tracción igualmente. Fácil y sencillo.
MEDIA SUELA: Como en toda zapatilla de carbono que se precie hablamos de un perfil alto, en concreto 32-24. Puede parecer relativamente poco teniendo en cuenta que límite legal son 40 y que todas las marcas tienden a apurarlo en lo posible. Si medimos el perfil de la media suela de la Flame veremos con asombro que rebasa con mucho dicho límite pero es que 361º aprovecha un buen puñado de estos milímetros en hacer una cuna al pie para lograr una gran estabilidad. Hablando del material propiamente dicho estamos ante un derivado del poliuretano que ofrece mucha resistencia a la fatiga, un buen rebote y ligereza. En cuanto al tacto es medio lo que refuerza la estabilidad. Por último la placa de carbono que va insertada en toda la media suela presenta una agresiva curvatura muy acentuada sobre todo en la puntera, más adelante que en otros modelos similares.
UPPER: Sin duda os va a recordar a otro modelo, no digo cual, que también lleva placa de carbono. Es muy ligero, monocapa y aunque deja alguna arrugas si tienes el pie estrecho ajusta bien ayudado por unos cordones que, por una vez, tienen la medida generosa para jugar con ellos al gusto. Es un upper limpio, sin mucha historia pero que cumple y está bien rematado. El collar interior a pesar de su simpleza también está exento de dar problemas y no es nada fácil cuando se juega a ir al mínimo.
EN MARCHA
La primera puesta, como en casi todas de placa de carbono, es rara pues predomina cierta sensación de desequilibrio. Dejando de lado el detalle vemos como hay confort y aunque hay que echarle unos minutos al ajuste todo queda en orden al poco. Comenzamos a rodar y aunque no es su cometido lo hace realmente bien, no exige nada y se puede ir lento con ellas. Esto ocurre por la misma razón por la que va tan bien cuando corre rápido, la curvatura de la placa de carbono. Hasta bien entrada la zona del metatarso es una placa poco agresiva, casi plana pero en su tramos final se curva muchísimo. Esto hace que hasta que no adelantas los apoyos de manera consciente apenas se nota.
Como decía no es el cometido de la Flame ir lento así pues nos ponemos a correr rápido para ver qué tal responde. En ritmos medios y altos va solvente aunque si tuviéramos una curva de rendimiento como en los coches veríamos cosas raras. La Flame como decía antes es una zapatilla que debido a la curvatura de la placa puede ir lento sin dificultad pero a la hora de ir rápido va de verdad. Esto quiere decir que a ritmos medios nos va a costar controlar ir pausado pues en cuanto comiences a tener apoyos más ambiciosos la zapatilla va a salir disparada. Ya que nos invitan a ir rápido nos dejamos de ritmos y nos ponemos a correr rápido. Ahora sí saca todo su potencial. Destaca que a pesar de esa agresiva curvatura enseguida te asientas en esa zona delantera. Ahí es muy fácil sacarle los caballos que lleva dentro. Aunque el compuesto no es el que más rebota la postura es realmente buena y a pesar del perfil alto la estabilidad ayuda mucho en el paso por curva.
En definitiva diría que la 361º Flame es una de las mejores alternativas en zapatillas de competición con placa de carbono y lo es porque lo hace todo realmente bien y tiene un precio muy ajustado. Si eres de los que buscan alternativas a precios buenos desde luego debes estudiarla porque ofrece un rendimiento de primer orden, no tiene fallos y encima tiene una durabilidad realmente buena.
OK
- Relación calidad-precio a día de hoy imbatible
- Capacidad para ir a ritmos muy altos y para ir a ritmos bajos, gran polivalencia.
- Durabilidad de todos los componentes por encima de la media
- Muy estable
KO
- Sería interesante ver de qué sería capaz si hubieran apurado más el perfil hasta los 40 mm legales.
- Es poco conocida y no es fácil del conseguir.
PVP: 180 euros
Peso: 218 gramos.
