Entrenamiento HIIT en el agua

Las temperaturas ya alcanzan cada día más de 30º, las lluvias han cesado y ahora sí, apetece refrescarse en la piscina de verano y ya de paso, entrenar este HIIT acuático muy completo

Raúl Notario

Entrenamiento HIIT en el agua
Entrenamiento HIIT en el agua

Por fin, todo va encajando y las cosas vuelven a la normalidad. Las temperaturas ya alcanzan cada día los más de 30º, las lluvias han cesado y ahora sí, apetece refrescarse en la piscina de verano, si, de verano, se acabó la temporada de piscina climatizada. Estábamos deseando la llegada del buen tiempo pero lo cierto es que muchas veces el exceso de calor dificulta mucho la facilidad para completar tu entrenamiento. En estos casos, tenemos dos opciones. O bien recurrimos a las salas de fitness, donde los sistemas de aire climatizado mantienen una temperatura agradable o tiramos de piscina. Aquí vuelve a surgir otro problema, todo el mundo sabe que con la natación se movilizan un gran número de grupos musculares pero no deja de ser un ejercicio aeróbico y si te gusta la fuerza o combinar ambas facetas del entrenamiento, fuerza y trabajo aeróbico, estás perdido.

¿Y si te digo que puedes entrenar la fuerza y la capacidad aeróbica /anaeróbica en una sesión de alta intensidad en la piscina?

La respuesta está en los HIIT y sus infinitas posibilidades. A estas alturas seguro que ya habrás oído hablar de los entrenamientos de alta intensidad a intervalos. Es un modelo de entrenamiento basado en periodos de una elevada actividad cardiaca (80% o 90% de la FCmáx.) con otros periodos de baja intensidad (50% o 60% de FCmáx). La combinación de ambos periodos hace que mejore la capacidad del cuerpo para oxidar tanto la glucosa como la grasa, algo muy positivo para los triatletas, ya que durante las competiciones es necesario utilizarla para poder mantener el ritmo de competición. Además, los HIIT  mejoran nuestra capacidad aeróbica y anaeróbica, incluso siendo estos, entrenamientos de corta duración.

Con este tipo de entrenamiento podemos someter al cuerpo al “estrés” bueno y necesario que hará que mejores tus capacidades, como demuestra la teoría del estrés de Hans Selye, la cual afirma que un músculo sometido a cierta cantidad de estrés se verá obligado a “mejorar” para superar una determinada carga.

En segundo lugar, conseguiremos una mejora significativa del sistema cardiovascular. Gracias a los intervalos de elevada actividad cardiaca combinados con otros de menor exigencia, tu sistema cardiorrespiratorio ganará en capacidad y resistencia. 

Por último, al realizar trabajo dentro y “fuera” del agua de forma instantánea también mejora el tipo de transferencias, haciendo que las mismas sean más positivas.  

Recuerda: 

Una transferencia puede ser positiva, negativa o neutra, es decir, puede mejorar nuestro rendimiento, empeorarlo o no variarlo. Si sumamos trabajo de fuerza al entrenamiento en la piscina, estaremos preparando a toda la musculatura para afrontar con mayor porcentaje de éxito los metros finales de tu día a día.  

Entrenamiento: 

Debes hacer la secuencia de ejercicios que se muestran en la galería de imágenes y a continuación hacer 4, 6 o 8 largos, en función de tu estado de forma. Haz 1 serie de 10 repeticiones de los ejercicios propuestos y después nada tus largos. Descansa 1 minuto y vuelve a empezar hasta completar de 4 a 6 series. Elige el estilo que más se adapte a ti y no pares hasta completar toda la rutina. 

¿Sabías que con 20 segundos de entrenamiento HIIT al día ya estarías mejorando?