1.- Respiración
En el estilo de crol, todos tenemos un lado preferido para respirar y, normalmente los nadadores con poca experiencia lo hacen cada dos brazadas. Durante los entrenamientos, es conveniente respirar a ambos lados, ya que cuando nadamos en el mar la corriente, olas u otras circunstancias nos pueden impedir respirar del lado que estamos acostumbrados y es importante adaptarnos rápidamente a las condiciones de la natación y del medio.
2º Mala alineación
De la posición de nuestro cuerpo va a depender la resistencia que el agua ofrece nuestro avance y también a la capacidad de ejecutar correctamente todas las acciones del estilo propio. Una mala alineación (piernas caídas, cabeza levantada y cadera hundida), aumenta la resistencia al avance, con lo cual nuestro desgaste será mayor.
3º Ausencia de rolido
El rolido es un giro en el eje longitudinal del cuerpo de unos 45 grados, que es primordial en el nado a crol. El nadador no se desplaza plano sobre el agua, sino que realiza el rolido y cumple las funciones de facilitar el recobro de los brazos, realizar una tracción profunda y eficaz, respirar de manera natural sin elevar la cabeza y evita la resistencia al avance. El uso de aletas en entrenamiento facilita el rolido del cuerpo
4º Acortar la brazada
Es un error técnico común cuando por los nervios o la tensión de la competición acortamos la brazada para, paradójicamente, nadar más rápido, aunque lo único que conseguimos es aumentar sólo la frecuencia. Si no finalizas la brazada con una casi completa extensión del brazo, estarás perdiendo velocidad y por lo tanto eficacia. La forma más sencilla de corregir este error, es nadar a crol e incluso a espalda, tocando lateralmente con el pulgar el muslo, lo más abajo posible, y sin mover la posición del tronco.
5º ¡Cabeza al frente!
En aguas abiertas no tenemos una corchera que nos indique el camino, por lo que tendremos que sacar la cabeza al frente (estilo waterpolista) sin detenernos, para verificar que vamos en la trayectoria correcta. Al principio nos costará ver e identificar objetos, sin embargo, con la práctica, nuestra vista será más eficiente para reconocer las boyas u otras referencias con mayor facilidad. No te olvides practicar esta forma de nadar en tus entrenamientos de piscina y también en aguas abiertas.