El yoga es la disciplina que más atrae a las mujeres

El 90% de los practicantes son mujeres de entre 30 y 50 años

Sport Life

El yoga es la disciplina que más atrae a las mujeres
El yoga es la disciplina que más atrae a las mujeres

 Las últimas estadísticas que maneja el Grup DiR, cadena catalana de clubs de fitness que cuenta con más de 80.000 abonados en sus 18 instalaciones deportivas, han constatado que el yoga es la disciplina más femenina de las más de 45 actividades que pueden realizar sus socios.

El 51% del total de los abonados de los clubs DiR son mujeres mientras que un 49% son hombres. Del global, un 6% sólo practica yoga y un 20% lo combina con otras actividades aeróbicas, acuáticas o realizando ejercicio en la sala de fitness. Pero el dato más llamativo es que el 90% de los socios que hacen yoga son mujeres de entre 30 y 50 años. Los hombres que se apuntan a esta disciplina son algo más jóvenes: la edad oscila entre los 25 y los 35 años. En los 17 clubs DiR puede practicarse yoga aunque hay un centro especializado, Yoga One de DiR, que se inauguró en 2009 debido a la demanda creciente y que está situado en la zona alta de Barcelona.

La Club Manager del centro Yoga One de DiR , Marta Brichs, explica que “en los últimos siete años ha aumentado considerablemente el número de practicantes de yoga. De ellos, la mayoría son mujeres aunque cada vez más los hombres se animan a probar y la mayoría siguen porque les gusta mucho. Casi todos lo complementan con otras actividades”. En el caso del público femenino, Brichs comenta que “la gran mayoría practica yoga para aprender a respirar, a controlar el estado de ánimo y ganar en flexibilidad corporal. Muchas me dicen que la vida diaria las estresa ya que deben compaginar las responsabilidades laborales con las familiares. Llegan al centro cargadas de tensión y aquí, primero desconectan y luego aprenden a relajarse”. Y añade que “la mayoría de los clientes del Yoga Onde de DiR me aseguran que su vida ha cambiado gracias al yoga”.

La práctica habitual de esta disciplina milenaria aporta innumerables beneficios: incrementa la flexibilidad y la fuerza, ayuda a comer y a dormir mejor, mejora la concentración, enseña a tomarse la vida con más tranquilidad y, como describe Marta Brichs, “a beneficiarse de un pensamiento menos frenético”.