La electroestimulación muscular es un ejercicio pasivo que busca trabajar los músculos, mejorando su tono, volumen, resistencia y fuerza, a la vez que reduce la flacidez.
Esta técnica, consiste en provocar contracciones musculares a través de impulsos eléctricos. Dichos impulsos buscan emular el resultado que obtendríamos mediante el ejercicio. De hecho, aunque tiene sus detractores y sus seguidores, no todo es blanco o negro. Es cierto que su impacto a nivel calórico es mínimo, sin embargo, sí trabaja muy bien el movimiento de las fibras de un músculo concreto, por lo que combinado con otro tipo de ejercicio nos aporta ventajas.
¿En qué casos está recomendada la electroestimulación?
Como complemento del deporte o la actividad física habitual, la electroestimulación es una buena idea si queremos darle una ayuda extra a un grupo muscular concreto. Como ya hemos comentado, trabaja incluso mejor que el ejercicio normal las fibras del músculo que queramos reforzar.
La electroestimulación muscular está recomendada como complemento, pero también en casos en los que no podamos hacer ejercicio, por ejemplo, tras una lesión (siempre que no exista contraindicación médica) o en períodos en los que, por falta de tiempo o medios, no podamos seguir nuestro ritmo habitual. También hay quienes alternan deporte y electroestimulación según el día o si quieren reforzar un grupo muscular en concreto y no lo consiguen mediante el ejercicio.
Contraindicaciones de la electroestimulación
Ante todo, ten en cuenta que la electroestimulación muscular no es un sustituto de la actividad física. El deporte tiene muchas ventajas más allá de desarrollar los músculos, es el tren hacia una vida saludable y no debemos prescindir de él.
Si buscamos perder peso, tampoco será nuestro mejor aliado. El impacto calórico de esta técnica es mínimo, por lo que deberás complementarlo con una buena alimentación y otro tipo de actividad que sí te permita obtener tus objetivos sobre la báscula.
Por último, existen algunos problemas de salud para los que se desaconseja el uso de la electroestimulación muscular: embarazadas, personas con episodios de epilepsia o aquellos que cuenten con un marcapasos son los tres grupos principales de la población que deben evitar esta técnica.
En cualquier caso, si existen dudas, lo recomendable siempre será consultar con nuestro preparador físico para que nos indique la mejor manera de sacarle partido, o con nuestro doctor para que valore si existe alguna contraindicación médica que debamos tener en cuenta.