¿Cuándo te diste cuenta de que podías ser atleta profesional?
Empecé a correr con 12 años en las Escuelas Municipales de León. Antes había jugado al fútbol sala, patinaba, esquiaba…En categoría junior ya fui finalista en el Campeonato de Europa de 3.000 obstáculos. Pero cuando mi salto de calidad fue un par de años más tarde, en 2013, cuando llegó a nuestro grupo de entrenamiento Sebas Martos. Fue entonces cuando me dije que tenía que ir en serio con esto.
Has pasado un periodo muy largo de lesiones. ¿Qué has aprendido de este periodo en el que tu carrera deportiva se vio interrumpida?
He aprendido a relativizarlo todo mucho. Ahora cuando las cosas me van bien tampoco le doy una gran importancia y si sufro una recaída pienso que no será más de lo que ya he sufrido.
¿Cuáles son ahora tus objetivos?
A corto plazo la Copa de Europa de 10.000 metros en la que quiero estar en un marca que me acerque al Mundial de Budapest. A medio plazo mi gran sueño es estar el año que viene en los Juegos de Paris ya que todavía no he conseguido ser atleta olímpico. Y a dos años vista, dar el salto a la ruta total en la distancia de maratón.
¿Cómo es un día en tu vida de atleta profesional?
Pues aburrido. Te diría que entrenar, comer y descansar y así en bucle. Te levantas todavía con las piernas doloridas, desayunas, vas a hacer la primera sesión de entrenamiento, comes, luego descansas, metes la segunda sesión, cenas y te quedan las fuerzas justas para meterte en la cama.
¿Cuántos kilómetros llegas a entrenar en una semana?
En una semana de carga hago 165-170 km; no hago tantos como los maratonianos que están haciendo un kilometraje brutal. Le doy mucha importancia a la fuerza. Hago tres sesiones semanales, dos de fuerza específica y una de ejercicios complementarios.
¿Cuántos días a la semana haces series?
Hemos cambiado mucho el modo de trabajar las series en los últimos tiempos. Ahora entrenamos cuatro días “flojo” y hacemos tres días de series que son los martes, los jueves y los sábados. Los dos primeros días hacemos dobles umbrales, series mañana y tarde, y luego el sábado hacemos más trabajo de consumo de oxígeno. Uno de estos 3 días hacemos trabajo muy fuerte y los dos estamos entre el 90-92% del máximo.
¿Te preocupa mucho el tema de la nutrición?
No tengo nutricionista pero evidentemente vigilo mucho lo que como. Tengo que la suerte de tener una genética que no coge peso. Ni siquiera cuando estuve parado meses engordé. Yo más que fijarme en lo que tengo que comer lo hago en lo que no tengo que comer. Evito alimentos refinados e intento comer siempre alimentos de la mejor calidad: mucha verdura, fruta, legumbres, lácteos y carne o pescado cuatro o cinco veces a la semana.
¿Y suplementos?
Son una gran ayuda para mejorar el rendimiento. Yo trabajo con 226 y mis cuatro básicos son las sales (antes y después de entrenar), el recovery para recuperar, el Nitro Pro (un concentrado de remolacha que aporta 400 mg de nitratos de manera natural) dos horas antes de hacer series o competir y el magnesio para antes de dormir.
¿Cómo es tu desayuno tipo antes de una carrera de 10 km?
Empiezo con un café, que te ayuda a espabilar el cuerpo, y luego aprovecho los carbohidratos de la avena con leche y miel, y una pieza de fruta, una manzana o un plátano.
Tu pareja ha sido atleta profesional también. ¿Cuánto te ayuda que conozca por dentro tu deporte?
Es clave. Mucho de lo que estoy consiguiendo es gracias a ella. Para la gente de fuera del mundo del atletismo es difícil de entender los sacrificios que hacemos y lo egoístas que tenemos que ser a veces.