La carrera continua consiste en correr durante un cierto tiempo o distancia como un modo para trabajar nuestra forma física. Puede ser que lo que estemos buscando sea mantener la forma física o quizás recuperarla después de un tiempo sin ejercitarla o mejorar nuestras marcas. En cualquier caso, con la carrera continua trabajamos nuestras capacidades aeróbicas y cardiovasculares.
Dependiendo de cuál sea el objetivo que queremos conseguir con la carrera continua, podemos llevarla a cabo de diferentes maneras.
Tres tipos de carrera continua
Carrera cómoda: la carrera cómoda busca mantener la forma física. Hacer ejercicio sin que nuestro objetivo sea superar nuestras marcas. Mejoramos la resistencia gracias a la duración de la misma. Es la más larga en tiempo, supera los 40 minutos.
Carrera de recuperación: el ritmo es más lento que en la anterior y se utiliza principalmente después de una competición o tras recuperarnos de una lesión. El ritmo cardíaco se mantiene en unos niveles casi de reposo y no supera los 30 minutos.
Carrera intensiva: este es el tipo de carrera continua en el que nuestras pulsaciones son mucho más elevadas, el nivel de exigencia también es mayor y la velocidad mucho más intensa. Cuanta más intensidad sumemos, más corta suele ser esta carrera.
¿Qué tipo de carrera continua debo elegir?
Para saber cómo hacer correctamente la carrera continua, es importante que antes de comenzar nuestra sesión de entrenamiento pensemos cuál es el objetivo del día. Si queremos mantener la forma, la carrera cómoda puede ser nuestra mejor opción. Si buscamos mejorar marcas, la carrera intensa nos puede ayudar más. Por último, si queremos algo relajado para recuperar, la carrera de recuperación puede ser nuestra aliada.
El test de pisada, imprescidible para novatos
Para practicar la carrera continua de forma correcta debemos cuidar tanto el material que utilizamos como el tipo de superficie. Es importante que la superficie sea relativamente llana, sin desniveles, para poder mantener todo el tiempo el mismo nivel de esfuerzo. Respecto al calzado, para elegir las mejores zapatillas para carrera continua debes tener en cuenta factores como el tipo de pisada o el lugar en el que sueles correr (no es lo mismo una pista de atletismo que un sendero). En cualquier caso, deben sujetar bien el pie y amortiguar la pisada.
Lo ideal es que para comprarte tus primeras zapatillas vayas a una tienda especializada y evalúen tu pisada para saber si eres pronador, supinador o neutro, y no correr nunca con un calzado que no se adapte a tus características físicas.