Si hace días os contábamos como nos han sentado las Mizuno Wave Rider 18 ahora le toca el turno a su hermana pronadora, la Inspire 11. Puede que no sea tan famosa ni lleve tantas ediciones, pero eso no quiere decir que estén por debajo en calidad ni muchísimo menos. Hay que tener en cuenta que a estas once ediciones hay que sumarle otras cuantas que lo hizo bajo la denominación Mercury. El año pasado en su décima edición ya vivió una metamorfosis que la situó en la "pomada" de las zapatillas pronadoras de alta gama.
Progresa adecuadamente
Desde aquella pretérita Wave Mercury, esta zapatilla ha ido evolucionando siempre bajo dos premisas constantes y claras: más ligeras y más suaves. Como he dicho, el año pasado la Inspire sin perder su esencia sufrió unos cambios profundos que sobre todo buscaron la ligereza. Con 250 gramos no solo consiguió situarse muy de lejos como la más ligera de su categoría sino "pisar" a muchas mixtas. Para esta decimoprimera edición Mizuno ha querido ir más lejos y dando un paso lógico, dar más con el mismo peso. Si nos ponemos estrictos la Inspire ha engordado casi diez gramos pero por una parte sigue siendo la más ligera y en efecto sí ha aumentado sus prestaciones de manera notable.
Más amortiguación
El compuesto de media suela sigue siendo el mismo, el EU4IC que tan buen resultado está dando, pero ahora aparece en mayor cantidad, en concreto, un milímetro más, tanto en el talón como en el antepié. Pero no solo mejora la cantidad sino que se percibe un mejor tacto al ser ligeramente más blando el polímero. Como siempre y como actor principal tenemos el Wave que tras haber cambiado el TPU por el Pebax y haber encontrado buenos compañeros de baile con el EU4IC y el SRtouch parece vivir una segunda juventud.
Estables como siempre
Y si algo no ha cambiado generación tras generación ha sido la estabilidad. La placa Wave no solo es la responsable de proveer de amortiguación sino que también lo hace de estabilidad y en este caso además corrección. Esta es fuerte en la zona del talón donde el Wave se desdobla en forma de abanico y la dota de gran apoyo que se va desvaneciendo en la zona del arco plantar donde ya solo se nota un pequeño soporte y nada en el antepie. Con respecto a la versión anterior el hecho de haber ganado ese milímetro le ayuda también en este aspecto ya que la dota de mayor empaque.
Mejor upper
Si había otro aspecto que le flaqueaba a la Inspire 10 aparte de esa falta de amortiguación, sobre todo delante, era un upper que aunque fue uno de los artífices de ese peso récord, adolecía de falta de sujeción, sobre todo en la zona del antepie. En la nueva versión se mantiene toda esa ligereza pero se corrige con excelencia. Ahora, aunque la horma sigue siendo ancha, el pie no vacila en su interior ni siquiera yendo a velocidades altas y entrelazando curvas.
A correr se ha dicho
Correr con una Mizuno es correr con una Mizuno. Aunque estemos ante una zapatilla de entrenamiento con capacidad para aguantar corredores hasta de cierto peso (80 kgs) no hay que olvidar que tenemos en los pies tan solo 260 gramos de zapatilla, lo mismo que muchas mixtas, y aunque no tenga un perfil especialmente bajo sí que es muy reactiva, flexible y suave lo cual siempre invita a recortarle segundos al cronómetro. Pero no solo esa invitación viene por el exiguo peso sino porque ahora con el nuevo upper tienes seguridad y sabes que el pie irá donde quieres que vaya. A decir verdad, cuando comienzas a rodar con la Inspire 11 nada te dice que podrás llevarla a ritmos de series largas incluso pero metidos en faena la zapatilla da y da sin perder el tipo.
En definitiva, la Mizuno Wave Inspire 11 es una zapatilla recomendada para corredores pronadores, sobre todo de retropié, de hasta 80 kilos de peso que busquen una zapatilla amortiguada pero con gran capacidad para ser utilizada en entrenamientos de calidad y competiciones de larga distancia.