La pandemia ha puesto de manifestó la importancia del deporte como fuente de salud. Y un gran ejemplo es el del madrileño Francisco Javier Sánchez de Diego. A sus 70 años ha vuelto a estar en el podio de la temible Titan Desert, una de las pruebas por etapas de mountain Bike más duras del mundo, en su categoría aunque tenía que pelearse con ciclistas más jóvenes para admiración de sus seis nietos que cuentan y no paran en el “cole” las hazañas de su abuelo.
La pasión por la bici de Francisco empezó de niño, cuando su padre le llevaba al Parque del Retiro y le alquilaba una bici. Al final consiguió su propia bici y gracias a su facilidad para la subidas acabó compitiendo con el equipo de La Casera que llevaba la leyenda Federico Martín Bahamontes. Pero su carrera deportiva se frenó en seco por la economía familiar. “Empezé a trabajar joven muy joven, de peluquero como mi abuelo y mi padre; tuve que dejar la bici porque éramos 7 hermanos y había que aportar en casa”.
Regresó a la bici ya con 40 años. Eran los días del boom del mountain bike.”Mi hijo corría en Juniors y yo en veteranos. Después de esa etapa dejé de nuevo la bici y me centré en la moto de enduro. Cuando volví de nuevo a pedalear ya tenía 60 años. Me lo tomé más en serio, de la mano de Héctor Guerra que me lleva los entrenamientos (y que ha terminado por conocerme mejor que yo a mi mismo), y también a cuidar más, a vigilar la dieta”.
En sus visitas asombra a los médicos por sus análisis. “Salen perfectos”. Es el premio a cuidar la alimentación y al tiempo que dedica al ejercicio físico. “El deporte siempre ha estado dentro de mí. No es como el que empieza a hacer deporte de repente. Yo siempre he hecho deporte, también mucho de esquí de travesía y de fondo, y me han atraído los retos personales. Si estoy en un sitio hay una montaña tengo que subir a verla”.
El deporte forma parte de su día a día. “Los que hacemos mucho deporte a esta edad, entrenando cada día, sabemos que si dejas de entrenar una semana te duele todo. Eso no quiere decir que sea malo, sino que no puedes dejarlo de golpe. Yo el deporte no lo voy a dejar nunca, aunque tenga 80 años…¡si es que llego!”
Entre los ciclistas que admira nos habla de Valverde, con el que salió en su grupeta ya que veranea cerca del murciano del Movistar, y de Indurain, con el que ha compartido la última Titan Desert y que le dio la salida en la RESET de Valdemorillo el pasado mes de mayo. “Tuve que salir el primero porque estaba el confinamiento y los mayores de 70 años a las 12 teníamos que estar en casa”. Aunque si tiene que elegir a alguno como ciclistas favoritos “me quedaría con mis compañeros de equipo de Valdecross, son los que me motivan en cada entrenamiento y en cada competición, en especial nuestro jefe de filas Guillermo de Portugal, para mí un referente en el mundo del mountain bike en los últimos 30 años”.
En la Titan Desert, con toda la dureza del desierto, ha demostrado su dureza con un segundo puesto en 2017 (con 67 años en la categoría de 60), primero en 2018 y segundo en la edición de 2020 (ya con 70 años compitiendo con una treintena de ciclistas de montaña algunos hasta una década más jóvenes que él):
