La mayoría de los deportistas entienden que el entrenamiento invisible como una parte pasiva de preparación, algo que consiste básicamente en sentarse a esperar que suceda. Es cierto que sucede cuando no estamos realizando actividad física, pero debe facilitarse de un modo activo:
- · Descanso, en todos los sentidos: Muchas veces se habla de la importancia que el descanso tiene en nuestro rendimiento porque es el momento en que le damos a nuestro organismo la posibilidad de recuperarse y es cuando se producen las mejoras. No obstante, existen varios tipos de descanso… algunos de los cuales nos saltamos frecuentemente. En primer lugar, nuestra preparación debe incluir al menos un día de descanso deportivo a la semana (o al menos un cambio en el tipo de actividad deportiva). Siete horas al día de sueño reparador son el mínimo imprescindible para conseguir mejoras en nuestra preparación. Además, todas las temporadas debemos realizar un periodo de recuperación y descanso mental y deportivo de al menos 2 semanas. Si no coges vacaciones, no puedes mejorar.
- · Alimentación equilibrada y adecuada al gasto que estamos realizando. Si comes demasiado, demasiado poco o alimentos de mala calidad, nunca lograrás un rendimiento deportivo óptimo. Incluso en el caso de que necesites perder peso, debes hacerlo poco a poco y sin pasar hambre si quieres rendir en tu deporte. La dieta de un deportista debe consistir básicamente en una dieta sana y equilibrada en la que la cantidad de calorías ingerida se incrementa conforme a nuestra actividad deportiva a través de alimentos saludables como frutas, verduras, cereales integrales, pescado y carnes magras. También es importante el momento de la ingesta. No debemos hacer comidas copiosas justo antes de entrenar y después del esfuerzo es necesario realizar una ingesta equilibrada que contenga proteínas e hidratos a partes iguales.
- · Fisioterapia y técnicas de recuperación: Todos los deportistas deberíamos pedir cita en el fisio al menos una vez al mes y siempre después de una prueba deportiva especialmente dura y prolongada. Va a servir para acelerar la recuperación prevenir lesiones por sobrecarga. Los tratamientos de hidroterapia (spa) y crioterapia (aplicar frío), también pueden ayudarte a recuperar.
- · Adecuada hidratación antes, durante y después del ejercicio físico. La actividad física produce una pérdida de líquidos a través del sudor que si no se reponen adecuadamente producen deshidratación, que reduce el rendimiento y aumenta el riesgo de lesiones.
- · Dentadura cuidada. Las caries y otros problemas bucales pueden derivar en lesiones musculares, por lo que los deportistas debemos extremar nuestra higiene oral y visitar al dentista para una revisión cada 6 meses.
- · Material deportivo de calidad y adecuado a nuestra actividad y características personales. Se trata de una buena inversión que va a ayudarte a prevenir molestias y lesiones.
- · Revisiones médicas periódicas. Si no tienes buena salud, no puedes rendir. Por eso, debemos acudir al médico periódicamente y realizar una prueba de esfuerzo y una analítica al menos una vez al año.