Los niños al cole, los adolescentes al instituto y los jóvenes a la universidad, todo el mundo vuelve a las clases y a ti ya te toca volver al gimnasio después de un merecido descanso y unas vacaciones que habrán servido para recuperar energías y renovar los objetivos físicos y saludables, pero si no tomas las precauciones oportunas y sigues estos consejos puede que entres en una espiral de altas y bajas en tu gimnasio y te conviertas en un deportista trimestral.
Los que hemos trabajado o acudimos habitualmente a una sala de fitness sabemos que el año tiene 4 periodos clave en los que la gente acude de forma masiva al gimnasio, pero solo por un breve espacio de tiempo, unas semanas, un mes, o tal vez dos. Esas fechas son, después de Navidades, antes de Semana Santa y antes y después del verano. Si os sentís identificados debéis saber que además de estar tirando el dinero, estáis desaprovechando el tiempo.
Consejos para no ser un deportista trimestral
Cuando acudimos al gimnasio por primera vez, lo normal es estar muy motivados. Queremos ir todos los días, y si se puede dos veces, ¡mejor! Esto es un error.
Paso a paso
Al principio, lo mejor es ir paso a paso, logrando mejorar nuestra condición física de una forma paulatina y segura. Con dos veces a la semana es más que suficiente. Así logramos aumentar nuestra autoconfianza y vamos quemando “etapas" del entrenamiento para ver una evolución positiva. Si no aguantamos más de dos meses en el gym nunca veremos esta progresión y al final terminamos abandonando.
Evita la monotonía
No te dejes caer en la monotonía pero tampoco tengas prisa por usar todas las máquinas de la sala o probar todas las clases colectivas el mismo día. El cuerpo necesita adaptarse a los nuevos estímulos y una vez que lo consiga podrás seguir progresando en tus entrenamientos y objetivos. No te rindas, que con trabajo y constancia los resultados llegarán seguro.
No te sientas culpable por no ir al gimnasio
Recuerda que no es necesario acudir a tu sala fitness cada día y de forma obligatoria. Aprovecha los fines de semana para realizar actividades al aire libre, con los amigos o la familia. Intenta disfrutar de paseos en bicicleta o a pie y evita usar en la medida de lo posible el coche o similares. La idea es mantenerse activo y evitar el sedentarismo, sobre todo si trabajas sentado.
Disfruta del camino
Muchas veces nos planteamos metas muy exigentes y nos olvidamos de lo verdaderamente importante ,que es sentirnos bien con nosotros mismos. Dejar de sofocarte cuando subes las escaleras o cuando corres para cruzar la calle, no sufrir más de la cuenta cuando juegas el partido de pádel con los amigos o sentirte bien cuando vas al parque con tus hijos, al fin y al cabo, de eso se trata, de sentirte bien. Lo demás, los objetivos físicos, llegarán poco a poco siempre y cuando cumplas con la premisa más importante de cualquier rutina, la constancia.