Mitos y verdades sobre el entrenamiento de fuerza en niños

La fuerza está presente en nuestras vidas desde muy corta edad. Cuando nacemos ya empezamos a realizar ejercicios de fuerza sin darnos cuenta y sin embargo las dudas respecto a este tipo de practicas en niños son muy grandes.

Raúl Notario

Mitos y verdades sobre el entrenamiento de fuerza en niños
Mitos y verdades sobre el entrenamiento de fuerza en niños

El entrenamiento de fuerza en niños y adolescentes genera grandes debates y controversias entre los que defienden su utilización y los que están en contra. Pero ¿qué hay de cierto en los mitos que afirman que los niños no pueden realizar entrenamiento de fuerza **¿Será verdad que este tipo de prácticas influye en el crecimiento? ¿Es realmente malo entrenar la fuerza durante la adolescencia? **

Cuando hablamos de entrenamiento de fuerza es inevitable pensar en salas de fitness, o gimnasios convencionales pero a veces nos olvidamos que la fuerza va mucho más allá de todo eso y que un simple salto, un determinado gesto deportivo o una flexión, es precisamente eso, fuerza.

Mitos y verdades sobre el entrenamiento de fuerza en niños

Mitos y verdades sobre el entrenamiento de fuerza en niños

A decir verdad, la fuerza está presente en nuestras vidas desde muy corta edad. Cuando nacemos ya empezamos a realizar ejercicios de fuerza sin darnos cuenta. Al gatear, agacharnos, girar, sentarnos, levantarnos, etc., y por eso y otras muchas razones es una cualidad física fundamental e imprescindible para el ser humano.

Mitos y creencias sobre el entrenamiento de fuerza en niños y adolescentes

1. El entrenamiento de fuerza en niños influye negativamente en el crecimiento

Lo cierto es que no hay estudios científicos que demuestren esta afirmación, más bien, todo lo contrario. La niñez es un periodo clave en el crecimiento mineral óseo y la realización de actividades moderadas y vigorosas, entre las que se incluyen ejercicios de fuerza.

Esto supone un estímulo fundamental para este crecimiento. La falta de este tipo de actividades puede suponer un riesgo futuro para la salud articular y ósea de los niños. No obstante, es importante ser precavidos y ponernos en manos de profesionales para realizar una buena planificación en cuanto a intensidad, descanso y frecuencia.

2. El entrenamiento de fuerza en niños y adolescentes solo se recomienda para jóvenes deportistas.

Nada de eso. Hay muchas evidencias científicas que avalan los beneficios que se atribuyen al seguimiento de un programa de fuerza (también en niños):

Mitos y verdades sobre el entrenamiento de fuerza en niños

Mitos y verdades sobre el entrenamiento de fuerza en niños
  • Mejora de las capacidades motoras y capacidades físicas básicas.
  • Mejoras en la composición corporal.
  • Mejoras en los niveles de fuerza y en la densidad mineral ósea.
  • Prevención de lesiones.

3. NO es bueno comenzar el entrenamiento de fuerza hasta cumplidos los 16 años.

Lo cierto es que ningún estudio científico aclara la edad adecuada para comenzar con el entrenamiento de cargas externas. Hay niños que tienen un desarrollo motor más avanzado a su edad biológica y viceversa, por eso cada niño es único en este sentido.

Por norma general, los niños suelen estar preparados para actividades deportivas a partir de los 7 años de edad y entre ellas se encuentra también el entrenamiento de fuerza. Los parámetros que nos indican la conveniencia o no de realizar este tipo de entrenamientos estarán supeditados a los siguientes aspectos:

  • Buen control postural y equilibrio.
  • Asegurarnos de que el niño/a sea maduro emocionalmente y tenga la “disciplina" suficiente para seguir las directrices marcadas.
  • Coordinación y buena percepción espacio/temporal.

4. ¿Por qué entrenar fuerza si la ausencia de testosterona evitará el crecimiento muscular?

Mitos y verdades sobre el entrenamiento de fuerza en niños

Mitos y verdades sobre el entrenamiento de fuerza en niños

La ausencia de testosterona no evita un crecimiento muscular (no nos referimos al tamaño de los músculos simplemente) ya que si fuera así, las mujeres que entrenan tampoco podrían experimentar crecimiento muscular.

5. El entrenamiento de fuerza puede ser peligroso en niños.

Cuando hablamos de actividades infantiles debemos tener ciertas precauciones para evitar en la medida de lo posible que ocurran accidentes. Con el entrenamiento de fuerza ocurre exactamente lo mismo. En este sentido, una buena planificación y selección de los ejercicios adecuados junto con una carga adaptada a la edad y nivel de cada niño es fundamental para evitar los riesgos.

6. El entrenamiento de fuerza genera rigidez muscular a edades tempranas.

El hecho de levantar cargas externas no está relacionado con la rigidez o pérdida de flexibilidad muscular, más bien todo lo contrario. Con un programa bien estructurado provocaremos justamente todo lo contrario, haciendo esos músculos más fuertes y flexibles.

Para poder realizar ejercicio de forma segura el entrenamiento debe estar planificado en función de las capacidades físicas del niño o el adolescente y de su respectiva individualidad. Cada sujeto tiene unas características y debemos respetarlas al máximo para obtener los beneficios oportunos. La prudencia y la coherencia son importantes en toda planificación, pero cuando hablamos de niños esto cobra mayor relevancia.

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