Seguro que en algún momento te has planteado aumentar tu fuerza y te habrás preguntado que puedes hacer para lograrlo. Antes de comenzar a entrenar debes saber que la fuerza depende de varios factores:
- De la sección transversal del músculo: ante la igualdad del resto de factores, la fuerza dependería (hablando de forma general) de la sección transversal del músculo.
- De la longitud del músculo: mientras más largos sean los músculos más posibilidad de contraerse tienen, por eso cuando planificamos nuestro entrenamiento conviene elegir ejercicios que favorecen la dirección de las fibras musculares y evitan el acortamiento. En el caso del bíceps, por ejemplo, es tan importante trabajar de forma transversal como longitudinal. Realizar curl de bíceps con la mancuerna y el agarre en posición neutra es tan importante como los clásicos ejercicios. Los resultados en cuanto a volumen se ralentizan pero a la larga tu cuerpo lo agradecerá y tu ganancia de fuerza se verá mejorada aunque no conviene pasarse. La proporción perfecta entre acortamiento y estiramiento se encuentra al 12% de su estiramiento total. Tenlo en cuenta a la hora de realizar ejercicios de fuerza.
- De la temperatura muscular. La contracción muscular es más rápida y potente cuando la temperatura de las fibras musculares es ligeramente superior a la temperatura corporal. Gracias a este aumento de temperatura la viscosidad muscular disminuye favoreciendo que las reacciones químicas necesarias para producir la contracción se den con mayor fluidez. Aquí reside la importancia de realizar un buen calentamiento antes de realizar actividad física, entre otros muchos motivos.
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De las palancas biomecánicas. Si observamos el cuerpo humano podemos apreciar tres tipos de palancas que siguen las mismas leyes físicas que las palancas tradicionales. Un brazo de potencia largo facilitará elevar o mover cargas pesadas y un brazo de resistencia largo lo contrario.
Las palancas de segundo género son poco frecuentes en el cuerpo. Las podemos apreciar en los gemelos, en el sóleo y en el tríceps crural, por ejemplo. En este tipo de palancas el brazo de la potencia es más largo que el de la resistencia y por eso estos músculos son capaces de producir bastante fuerza.
Las palancas de tercer género se dan por ejemplo en los tríceps braquiales. En este caso, el brazo de la resistencia es mayor que el de la potencia y por eso este músculo es más apto para producir velocidad sobre la fuerza.
Como ves, el cuerpo es muy sabio y hay músculos destinados a ser más potentes. Otros son rápidos por naturaleza y otros destacan por su resistencia. Todo tiene un por qué y si sabemos encontrar esos por qué será más sencillo aumentar nuestro rendimiento y mejorar nuestra condición física.
Espero que os hayan resultado útiles mis consejos. Os deseo un feliz fin de semana deportivo a tod@s Sportlifer@s.