¿Se puede tomar leche cruda en vez de pasteurizada cuando hay intolerancia a la lactosa?
Por Dra. Jess Steier, Científico de salud pública, que cuenta lo que realmente demuestran las investigaciones sobre la leche cruda.
Si realizas una búsqueda rápida de "leche cruda e intolerancia a la lactosa" en las redes sociales, encontrarás miles de publicaciones que afirman que la leche no pasteurizada es la respuesta para quienes no pueden digerir los productos lácteos.
Como científica de datos de salud pública especializado en la ciencia de la evaluación y la valoración crítica de la evidencia, he notado que estas afirmaciones se están difundiendo rápidamente, especialmente las afirmaciones sobre la supuesta capacidad de la leche cruda para curar la intolerancia a la lactosa.
A través de mi trabajo con Unbiased Science , donde nos centramos en compartir información basada en evidencia, he examinado cuidadosamente la investigación sobre este tema. Y cuando analizamos los estudios reales, incluido un ensayo innovador de Stanford , la evidencia revela algo muy diferente.
Las afirmaciones contra la ciencia
Los defensores de la leche cruda esgrimen dos argumentos principales en relación con la intolerancia a la lactosa: primero, que la leche cruda contiene la enzima lactasa natural que ayuda a digerir la lactosa y, segundo, que las bacterias que contiene de forma natural ayudan a digerirla. Estas afirmaciones parecen razonables a primera vista, pero ¿qué demuestran realmente las investigaciones?
En un ensayo controlado aleatorio (ECA) de Stanford de 2014, pusieron a prueba estas teorías comparando la leche cruda con la pasteurizada en personas con intolerancia a la lactosa confirmada. Los resultados fueron sorprendentes: la leche cruda en realidad tuvo un rendimiento peor o igual que la leche pasteurizada en términos de digestión de la lactosa.
Entendiendo la evidencia
Los investigadores de Stanford utilizaron los niveles de hidrógeno en el aliento (una medida científica en la que los números más altos indican una peor digestión de la lactosa) para hacer un seguimiento de cómo los participantes procesaban los diferentes tipos de leche. Inicialmente, la leche cruda mostró una digestión significativamente peor (113 ± 21 frente a 71 ± 12 ppm·min), aproximadamente un 60 % más alta que la leche pasteurizada. Para el octavo día del estudio, ambos tipos de leche funcionaron por igual (72 ± 14 frente a 74 ± 15 ppm·min), y los participantes informaron síntomas digestivos idénticos.
Esta investigación demostró definitivamente que la leche cruda no ofrece ninguna ventaja para las personas intolerantes a la lactosa. Los análisis de laboratorio han confirmado en repetidas ocasiones que no hay enzima lactasa presente en ninguna leche, cruda o pasteurizada, y ambos tipos contienen cantidades idénticas de lactosa (4,8%).
Por qué el yogur ayuda (pero la leche cruda no)
Muchas personas se preguntan por qué los productos lácteos fermentados como el yogur pueden ayudar con la intolerancia a la lactosa mientras que la leche cruda no. La respuesta está en las bacterias específicas y sus concentraciones. El yogur contiene bacterias beneficiosas añadidas deliberadamente (Streptococcus thermophilus y Lactobacillus bulgaricus) en concentraciones de 107 UFC/ml o superiores, niveles que se ha demostrado que ayudan a la digestión de la lactosa.
Por el contrario, las bacterias naturales de la leche cruda son especies diferentes, presentes en cantidades mucho menores, lo que las hace clínicamente insignificantes para la digestión de la lactosa.
Los peligros ocultos
Si bien la falta de beneficios es bastante preocupante, los riesgos del consumo de leche cruda son graves. Entre 1998 y 2018 , a pesar de que solo el 5 % de los estadounidenses consumía productos lácteos crudos, estos provocaron:
- 202 brotes de enfermedades
- 2.645 enfermedades
- 228 hospitalizaciones
- 3muertes
Los niños corren un riesgo especialmente alto. Múltiples brotes documentados muestran consecuencias devastadoras:
- En 2005 , los 5pacientes hospitalizados en un brote de E. coli eran niños de entre 1 y 13 años.
- En 2006 , 6 niños desarrollaron graves complicaciones renales debido a la leche cruda.
- En 2008 , los 3 pacientes más gravemente enfermos en un brote de 14 personas fueron niños.
Un descubrimiento sorprendente sobre la intolerancia a la lactosa
El estudio de Stanford reveló otro hallazgo fascinante: de 63 personas que creían ser intolerantes a la lactosa, solo 27 (43%) dieron positivo en la prueba de malabsorción de lactosa cuando se les realizó un análisis científico. Esto sugiere que muchos de los beneficios percibidos de la leche cruda pueden deberse a una mala comprensión de la afección subyacente.
Soluciones basadas en evidencia para la intolerancia a la lactosa
Para quienes realmente luchan contra la intolerancia a la lactosa, la investigación respalda varios enfoques seguros y efectivos :
- Uso de suplementos de enzima lactasa
- Consumir productos lácteos reducidos en lactosa
- Elegir productos adecuadamente fermentados como el yogur
Se ha demostrado que estos métodos son eficaces a través de rigurosas pruebas clínicas, a diferencia del consumo de leche cruda, que conlleva riesgos significativos sin beneficios documentados.
El atractivo de las soluciones “naturales” es comprensible, pero cuando se trata de leche, la pasteurización sigue siendo uno de los mayores éxitos en materia de salud pública. Antes de su adopción generalizada en la década de 1920, la leche cruda contaminada causaba miles de muertes infantiles. Hoy, la pasteurización continúa protegiéndonos y preservando los beneficios nutricionales de la leche.
En una era de abundante información, cuando tomamos decisiones en materia de salud, debemos basarnos en evidencia científica y no en afirmaciones anecdóticas.
Los datos son claros: la leche cruda no aporta ningún beneficio a la intolerancia a la lactosa y, al mismo tiempo, plantea graves riesgos para la salud, en particular para los niños.
Nota: Si bien este artículo sintetiza los resultados de las investigaciones actuales, siempre consulte con un especialista en atención médica sobre cómo controlar la intolerancia a la lactosa o realizar cambios significativos en la dieta.
Fuente: Articulo de la Dra. Jess Steier publicado en Medium