Cuando el cuerpo pide descanso, hay que hacerle caso, y no me han venido mal unos días en la cama para recuperarme de la sinusitis y dejar un poco de descanso a mis piernas y rodillas.
Pocas personas saben que mi 'hiperactividad deportiva' va unida a mi 'hiperactividad lectora'. Afortunadamente, como dicen en mi casa, poner un libro delante de mis narices es garantía de que me quede quieta un buen rato. Y es que desde pequeña, para mi los libros han sido mis compañeros y amigos en cada época de mi vida. Estos días de reposo me han venido bien para ponerme al día y leer un poco más que los 30-45 minutos que dedico cada día antes de acostarme a leer, son mi momento relajado del día.
He leído mucho y bueno, y es que me gusta leer de todo y tener una mente abierta así que quiero compartir con vosotros los últimos descubrimientos en lectura, algunos títulos son viejos autores y otros noveles, pero todos me han entretenido en mi recuperación y me han enseñado algo nuevo de la vida:
La dama de las camelias, de Alexandre Dumas. Tenía pendiente leer este clásico inmortalizado por la película de Greta Garbo, y es que Dumas es uno de mis autores favoritos, pero... resulta que este libro lo escribió su hijo ilegítimo. La novela cuenta la vida de Margarita Gautier, una meretriz de lujo en París que se enamora de un joven sin fortuna. Novela romántica clásica donde se aprende que el amor no puede salvar vidas pero si puede ser inmortal en la historia.
Firmin de Sam Savage, las aventuras de una rata que nace en una librería y aprende a leer a base de comer el papel de los libros. Entrañable historia con la que es imposible no identificarse a los que hemos crecido 'devorando' libros. En estos tiempos de crisis, te quedas con la sensación de que leer es un bálsamo y una ventana al mundo, ahora las cosas están difíciles para ratas y hombres
El corazón del Océano, de Elvira Menéndez (Temas de hoy). Un relato fechado en 1550, cuando una expedición de 80 mujeres nobles cruza el océano para llegar a América y colonizar el continente. Una historia de aventuras en versión femenina, apasionante y de lectura amena, me ha sorprendido por la cantidad de detalles de documentación sobre la época y la vida en España, en América y que nos desvela el papel de las mujeres en la colonización. Como en el libro anterior, aquí también la lectura tiene el poder de dar alas a quien no las tiene por nacimiento. En este caso a Ana de Rojas, una dama extremeña que se embarca en el viaje y que gracias a su 'discreción' e inteligencia natural, consigue cumplir sus sueños y encontrar al amor de su vida. Además de leer las 600 páginas de un tirón, he aprendido cosas como que los paños que las mujeres utilizaban como compresas se llamaban costumbres. Y un secreto más, la autora es la madre de Sara Álvarez, nuestra redactora jefa de Sport Life y 3 veces olímpica en Judo, Elvira es una exitosa escritora juvenil e infantil que se estrena con su primera novela para adultos, y en mi humilde opinión, ha conseguido un best seller. Deseando estoy que escriba su segunda novela, porque de verdad que la novela es muy buena.
Y bueno, que nada más, ahora estoy con Emma de Jane Austen, otro clásico que tengo pendiente por leer y ya me ha enganchado desde la primera página.
No podré entrenar mucho mi cuerpo, pero mi mente sigue estando activa y entrena a tope con la lectura. Juvenal ya lo dijo: 'Mens sana y corpore sano' así que mientras los males del cuerpo se van curando, mi mente se llena de sabiduría.
Recuperando lesiones y lecturas
Cuando el cuerpo pide descanso, hay que hacerle caso, y no me han venido mal unos días en la cama para recuperarme de la sinusitis y dejar un poco de descanso a mis piernas y rodillas. Pocas personas saben que mi 'hiperactividad deportiva' va unida a mi 'hiperactividad lectora'. Afortunadamente, como dicen en mi casa, poner un libro delante de mis narices es garantía de que me quede quieta un buen rato. Y es que desde pequeña, para mi los libros han sido mis compañeros y amigos en cada época de mi vida. Estos días de reposo me han venido bien para ponerme al día y leer un poco más que los 30-45 minutos que dedico cada día antes de acostarme a leer, son mi momento relajado del día. He leído mucho y bueno, y es que me gusta leer de todo y tener una mente abierta así que quiero compartir con vosotros los últimos descubrimientos en lectura, algunos títulos son viejos autores y otros noveles, pero todos me han entretenido en mi recuperación y me han enseñado algo nuevo de la vida:
