¿Qué sería de mi sin mi osteópata?

A veces la vida nos pone en nuestro sitio, y la Defensa Personal Femenina me ha dado una lección. Os contaba anteriormente que había empezado a hacer Defensa Personal y que estoy encantada, me divierto mucho con mis compañeras de pelea, Alex es un buen profe paciente y lógico con las 'preguntas femeninas'.  Además mi cuerpo de fondista-maratoniana está cambiando y noto que mi tronco y brazos están ganando masa muscular de forma armoniosa. Pero...no todo va a ser bueno y mi temperamento competitivo (soy una bruta, lo admito) y mi falta de técnica han jugado en mi contra. Al principio es divertido presumir de los moratones por todo el cuerpo, pero cuando vas cogiendo confianza y empiezas a hacer el bruto como he hecho yo, he acabado con un traumatismo intercostal. ¡Me estrené bien! Así que con la radiografía de Urgencias en la mano, lo primero que hice fue llamar a mi osteópata: Maribel Velasco y ponerme en sus manos...

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¿Qué sería de mi sin mi osteópata?
¿Qué sería de mi sin mi osteópata?



A veces la vida nos pone en nuestro sitio, y la Defensa Personal Femenina me ha dado una lección. Os contaba anteriormente que había empezado a hacer Defensa Personal y que estoy encantada, me divierto mucho con mis compañeras de pelea, Alex es un buen profe paciente y lógico con las 'preguntas femeninas'.  Además mi cuerpo de fondista-maratoniana está cambiando y noto que mi tronco y brazos están ganando masa muscular de forma armoniosa. Pero...no todo va a ser bueno y mi temperamento competitivo (soy una bruta, lo admito) y mi falta de técnica han jugado en mi contra. Al principio es divertido presumir de los moratones por todo el cuerpo, pero cuando vas cogiendo confianza y empiezas a hacer el bruto como he hecho yo, he acabado con un traumatismo intercostal. ¡Me estrené bien!

Así que con la radiografía de Urgencias en la mano, lo primero que hice fue llamar a mi osteópata: Maribel Velasco y ponerme en sus manos...

En Sport Life siempre decimos que el entrenamiento, la alimentación y el descanso son claves para conseguir un buen rendimiento deportivo, pero cuando nos lesionamos como me ha ocurrido ahora, descubrimos que no somos nadie sin nuestro médico, fisio, osteópata, etc.  Profesionales que acaban siendo amigos íntimos porque tocan nuestro cuerpo y nos hacen pasar de una situación de dolor e incapacidad a alivio y vuelta a la normalidad.

Yo soy afortunada, por esas cosas del azar, descubrí a Maribel mi osteópata en una playa de Alicante cuando yo estaba embarazada, su hija jugaba en la arena con mi hijo mayor cuando en un salto mi rodilla se quedó rígida por una tendinitis mal curada que arrastro con resignación y me quedé paralizada por el dolor. Maribel se acercó a mi, me tumbó y con sus manos me colocó la rodilla en un minuto ante mi sorpresa, el dolor remitió y la inflamación se fue reduciendo en 24 horas. Aluciné, pues ya me veía yo lesionada y sin entrenar los dos meses que me quedaban de embarazo, con lo orgullosa que estaba de mi barriga corredora y deportista.

Después de esa vez, he vuelto a su consulta en Madrid muchas veces, como me dice Maribel me acuerdo de ella sólo cuando me duele algo, y afortunadamente son pocas veces, pero al final hemos creado un gran lazo de unión y confianza, que para mi son las bases sobre las que se asienta una curación por un terapéuta. Ponerse en manos de una persona extraña, desnuda en una camilla siempre deja una sensación incómoda, más en mi caso que lo poco que he aprendido de masaje u osteopatía en Medicina Natural me predisponen negativamente. La confianza en la persona que te va a tocar y curar una lesión es básica para que el proceso de curación empiece, y soy muy afortunada por estar en buenas manos.

Maribel ha sanado muchas de mis lesiones: rodillas, tobillos, cadera, y ahora la última, el traumatismo intercostal con el que me he estrenado en Defensa Personal Femenina. Cuando llego a su consulta me tumbo y me relajo, la osteopatía tiene en cuenta el cuerpo como un conjunto, y Maribel analiza mi postura, corrige las desviaciones y se adeltanta a mis lesiones. Sé que a veces duele la manipulación, pero siempre salgo curada, no sólo físicamente, también espiritualmente. Con el alivio del dolor mi cabeza se libere y junto a ella reflexiono mis próximas metas deportivas y personales. Es una hora de 'personal coaching' ahora que está tan de moda.

Ahora que mi costilla me deja respirar después de pasar por las manos mágicas de Maribel, lo primero que he querido hacer es escribir este post de agradecimiento a los profesionales de la medicina, masaje, fisioterapia, osteopatía, etc. que nos cuidan a los 'deportistas lesionados' y especialmente a mi Maribel, que es un sol y no me echa muchas broncas cuando la llamo y la cuento mis 'burradas deportivas', me acepta como soy y me cuida, ¡GRACIAS POR CUIDARNOS!