El café que eliges beber puede estar relacionado con tu genética, según un estudio de investigadores de la Universidad de Australia del Sur, que examinaron el consumo habitual de café de cerca de 400.000 personas y descubrieron que el tipo y la cantidad de café que bebemos es probable que sea un indicador de nuestra salud cardiovascular.
“La gente bebe café por todo tipo de razones: como estimulante, cuando se siente cansada, porque sabe bien o simplemente porque es parte de su rutina diaria”, dice la investigadora principal, la profesora Dra. Elina Hyppönen.
"Pero lo que no reconocemos es que las personas subconscientemente autorregulan los niveles seguros de cafeína en función de cuán alta es su presión arterial, y esto probablemente sea el resultado de un mecanismo genético protector".
La Dra. Hyppönen destaca que las personas que beben grandes cantidades de café probablemente sean genéticamente más tolerantes a la cafeína, mientras que las personas que no beben café, o las que beben café descafeinado, son más propensas a los efectos adversos de la cafeína y más susceptibles a la presión arterial alta.
“Este estudio muestra que la genética está guiando nuestras decisiones para proteger nuestra salud cardiovascular”, comenta la Dra. Hyppönen.

¿Qué café es mejor para ti? Tu código genético sabe cuál es mejor para tu salud
Ya sea que necesites el chute de cafeína de un café corto y negro o prefieras un espumoso capuchino con leche, tu pedido regular de café podría dar datos sobre tu salud cardiovascular. En un estudio de 390.435 personas, los investigadores encontraron evidencia genética causal de que la salud cardiovascular, reflejada en la presión arterial y la frecuencia cardíaca, influye en el consumo de café.
Realizado en asociación con el SAHMRI, el equipo encontró que las personas con presión arterial alta, angina y arritmia tenían más probabilidades de beber menos café, café descafeinado o evitar el café por completo, en comparación con aquellas sin tales síntomas, y que esto se basaba en su genética.
La investigadora principal y directora del Centro Australiano para la Salud de Precisión de UniSA, la profesora Elina Hyppönen dice que es un descubrimiento positivo, que muestra que nuestra genética regula activamente la cantidad de café que bebemos y nos protege de consumir demasiado.
"La gente bebe café por todo tipo de razones: como un estímulo cuando se sienten cansados, porque sabe bien o simplemente porque es parte de su rutina diaria", dice la profesora Dra. Hyppönen.
"Pero lo que no reconocemos es que las personas subconscientemente autorregulan los niveles seguros de cafeína en función de cuán alta es su presión arterial, y esto probablemente sea el resultado de un mecanismo genético protector.”
"Lo que esto significa es que alguien que bebe mucho café probablemente sea genéticamente más tolerante a la cafeína, en comparación con alguien que bebe muy poco.”
"Por el contrario, alguien que no bebe café, o alguien que bebe café descafeinado, es más propenso a los efectos adversos de la cafeína y más susceptible a la presión arterial alta".
¿Expreso, latte o descafeinado? Tu café favorito puede estar influido por tu ADN.
En Australia, 1 de cada 4 hombres y 1 de cada 5 mujeres tienen presión arterial alta, siendo la hipertensión arterial, un factor de riesgo para muchas condiciones de salud crónicas, como derrame cerebral, insuficiencia cardíaca y enfermedad renal crónica.
Utilizando datos del Biobanco del Reino Unido, los investigadores examinaron el consumo habitual de café de 390.435 personas, comparándolo con los niveles de referencia de la presión arterial sistólica y diastólica y la frecuencia cardíaca de referencia. Las relaciones causales se determinaron mediante aleatorización mendeliana.
La profesora Dra. Hyppönen cree que es probable que la cantidad de café que bebemos sea un indicador de nuestra salud cardiovascular.
"Ya sea que bebamos mucho café, un poco o evitemos la cafeína por completo, este estudio muestra que la genética guía nuestras decisiones para proteger nuestra salud cardiovascular", comentó la profesora Elina Hyppönen.
"Si tu cuerpo te dice que no tomes esa taza de café extra, es probable que haya una razón. Escucha a su cuerpo, está más en sintonía con tu salud de lo que piensas".
Fuente:
Elina Hyppönen, Ang Zhou. Cardiovascular symptoms affect the patterns of habitual coffee consumption. The American Journal of Clinical Nutrition, 2021; DOI: 10.1093/ajcn/nqab014