Media maratón en las dunas de Corralejo, Fuerteventura

Este mes está siendo viajero y correr se está convirtiendo en una aventura, y es que hacer una media maratón por las dunas de arena, a 37ºC y en Fuerteventura es toda una experiencia. Cuando nos llama ExtremSport para invitarnos a correr a Sport Life y Runner´s World a la media de las dunas de Corralejo no puedo resistir apuntarme, ya sé que acabo de hacer un maratón hace 6 días y en 1 semana voy a correr la maratón de Nueva York, pero es que...no sé decir que no cuando me ponen delante de las narices una aventura tan sugerente. Nunca he corrido por arenas, y una media no es para tanto, pienso, así que no pierdo nada por probar.

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Este mes está siendo viajero y correr se está convirtiendo en una aventura, y es que hacer una media maratón por las dunas de arena, a 37ºC y en Fuerteventura es toda una experiencia.



Cuando nos llama ExtremSport para invitarnos a correr a Sport Life y Runner´s World a la media de las dunas de Corralejo no puedo resistir apuntarme, ya sé que acabo de hacer un maratón hace 6 días y en 1 semana voy a correr la maratón de Nueva York, pero es que...no sé decir que no cuando me ponen delante de las narices una aventura tan sugerente. Nunca he corrido por arenas, y una media no es para tanto, pienso, así que no pierdo nada por probar.

Llegamos a Fuerteventura un grupo de periodistas, me acompaña Covadonga que es mi compañera de 'triatlones improvisados y palizas varias', se está preparando para su primer maratón en Nueva York y está también es su primera experiencia en arenas y dunas.

Juan Carlos Nájera, el organizador de la prueba, nos reune a todos los participants y nos desvela como va a ser el recorrido. Empiezo a pensar que no he venido preparada, que las rodillas me duelen, que el tobillo está hinchado, que no llevo las zapatillas adecuadas, que me voy a deshidratar, que me van a salir ampollas con la arena, ufff, ¿dónde nos hemos metido? Mejor nos vamos a la playa a tomar el sol, que para eso estamos en las Islas Afortunadas y Fuerteventura es una de las más bonitas.

El sábado 24 de octubr, la carrera empieza a las 9:30 y el calor ya es insoportable a esa hora, nos preparamos bien con factor de protección de 50 , gorra, gafas y un top. La salida se da en plan canario, tranquilamente y sin agobios, y así empezamos a correr por el espacio protegido de las Dunas de Corralejos

Los primeros 10 kilómetros transcurren por un especie de senda arenosa para que nos familiaricemos con el paisaje. Es engañosa porque entre la arena hay roca volcánica y más vale no pisarla, no sólo desestabiliza, también corta con sus aristas. En seguida se van distanciando los corredores y los 'periodistas' nos quedamos de los últimos con la excusa de que llevamos cámara de fotos y tenemos que hacer un reportaje, vamos en grupillo disfrutando el paisaje y haciendo de modelos en las zonas más bonitas.

Al llegar al kilómetro 11, paramos en el avituallamiento y nos hidratamos bien, aprovechamos para tomar fruta, hacer fotos y prepararnos porque el calor está haciendo estragos, ahora empiezan las dunas de verdad.

Las dunas me enamoran, las tenía miedo, lo reconozco, pero el paisaje me distrae y en mi mente se dibuja el recorrido que me va enamorando: la soledad, el calor que te deja seca cuando bajas la duna y el viento no llega hasta que subes a la cresta y notas la brisa del océano al fondo, el cielo azul, la sensación de pisar la arena, subir y bajar buscando la pisada que no se hunda... Mil sensaciones nuevas que me sorprenden y me siento una privilegiada, correr siempre me hace sentirme bien, pero en la naturaleza, salvaje y libre, correr me hace sentirme humana, y disfruto cada momento de esa media maratón como si fuera el mayor lujo del mundo.

Acabamos de los últimos, pero... nos reciben unas papas con mojo picón, cervecita y helados. Y lo mejor: las ventajas de la edad, me llevo el trofeo a segunda en veteranas, una representación de las dunas de cerámica que voy a colocar en un buen lugar en casa, así cuando las vea pensaré en las dunas, en la arena y en la sensación de sacar el espíritu nómada que anida en mi.

Recomendable: 10 puntos, el año que viene hay que volver.