Las 7 reglas de Michael Pollan para comer sano y hacer deporte sin perder la cabeza

¿Conoces a Michael Pollan? Es un escritor estadounidense, activista y muy popular por sus consejos para mejorar la alimentación americana, hasta la familia Obama le sigue.

Yolanda Vázquez Mazariego

Las 7 reglas de Michael Pollan para comer sano y hacer deporte sin perder la cabeza
Las 7 reglas de Michael Pollan para comer sano y hacer deporte sin perder la cabeza

¿Conoces a Michael Pollan? Es un escritor estadounidense, activista y muy popular por sus consejos para mejorar la alimentación americana, hasta la familia Obama le sigue.

Sus libros están en la lista de los más vendidos en nutrición y salud en la última década: 'El detective en el Supermercado', 'Saber comer', 'Cocinar, una historia sobre la transformación', 'El dilema de los omnívoros', etc., son lecturas muy recomendables para aprender a comer sano de forma amena y sin terminología específica.

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Hay muchas cosas que he aprendido con Michael Pollan, con otras he sentido que tenía un colega con ideas muy parecidas al otro lado del Atlántico. Es un placer cuando descubres que coincides con tus mensajes, cuando encuentras similitud con algunas de tus frases 'famosas' entre los corredores de Sport Life y Runner´s World: 'Come como tus abuelos', 'No comas nada que no se haya estropeado después de un mes en la despensa', o 'Prueba a comer los platos típicos de cada región del mundo', ¡pero después de correr el maratón!

Estos días me he vuelto a acordar de mi admirado Pollan al leer un artículo en la edición digital de El País de Michael: Coma con el cerebro.

Esto me ha dado la idea para adaptar los 7 consejos 'made in  Pollan' a nuestra alimentación deportiva:

7 consejos para comer mejor sin perder la cabeza


descarga1. No comas nada que no se pudra. Hasta hace 50 años, conservar los alimentos era una preocupación constante para sobrevivir al invierno o las malas cosechas, pero ahora, ¿cómo es posible que el pan de molde dure meses sin estropearse? Michael Pollan aconseja comer como toda la vida, comprando cada semana alimentos frescos y perecederos, ya que ahora podemos disponer de ellos todo el año.

¿Cómo lo hago al entrenar? Yo procuro evitar las barritas y bebidas energéticas habituales. Esas que descubres un día en el maillot que no te pones hace 1 año, caducadas pero que se pueden comer sin problemas y aunque un poco menos duras, siguen sabiendo bien. Prefiero comer barritas más naturales como las saladas que hace nuestra bloguera Lourdes Torres en Herobar o las de chocolate blanco y nueces de macadamia de Clif Bar que tienes en qBio. Y las bebidas energéticas o hidratantes me las hago yo caseras como muchas veces he publicado en la web, revista y www.sportlife.es. ¡Os prometo una entrada más adelante con mis últimas recetas ya probadas en la Titán Desert!)

2. Compra en las paredes de los supermercados, no en los pasillos. Esta regla se basa en evitar los alimentos procesados, ya que en los supermercados americanos las zonas refrigeradas con comida procesada, preparada, congelada y lista para calentar, que son la dieta básica de muchos estadounidenses y que empiezan a ser populares en nuestras casas también. En el fondo vuelve al punto 1, es comer alimentos frescos y cocinar en casa cada día.kalmanfoodrules9

¿Cómo lo hago al organizar el menú semanal? Hago la compra 2-3 veces por semana. Aunque en principio sea más cómodo y rápido hacer una gran compra mensual o quincenal, he descubierto que termino tirando comida y prefiero comprar cada semana lo que necesito, aprovechando el fin de semana para comprar carne en la carnicería, pescado en la pescadería y frutas y verduras en el mercado y dejo una pequeña parte de los lácteos, cereales, fruta, verdura y hortalizas para comprarlas orgánicas en un economato ecológico (Macabeo). Aunque es más barato, comprar orgánicos para toda la familia se me va de presupuesto, compro lo que creo que es necesario por su calidad.

3. Procura comer como tus abuelos. Nuestra dieta es ahora más variada y completa que la de nuestros abuelos, pero también está llena de alimentos muy alterados. Y es que no es lo mismo comerse las rosquillas de tu abuela que las de la bollería envasada. No saben igual, ni cuestan lo mismo y sí, requieren tiempo y cariño cocinándolas en la cocina, pero igual también así las comes sólo cuando realmente te apetece, no todos los días al levantarte. Así que pregúntate que pensaría tu abuelo de lo que comes ahora antes de metértelo en la boca.A10-7

¿Cómo hago alimentación deportiva de 'abuelos'? Pues cuando tengo una duda de lo que tengo que comer para tener energía en los entrenamientos, pienso que tomaban mis abuelos cuando iban a trabajar al campo, o cuando tenían que organizar la despensa. Llevaban algo en el morral (queso, pan, fruta fresca, fruta seca, nueces, matanza, etc.), porque no había neveras ni moldes de plástico o papel de aluminio para envolver. Se apañaban y aprendían a comer poco y guardar algo para luego. Recuerdo que mi abuela contaba que siempre había un buen caldo o guiso con legumbres, hortalizas y algo de cerdo o pollo en el fuego. Que tomaban mucha fruta y verdura para comer natural y hacían conservas para guardar durante el invierno. 

https://www.youtube.com/watch?v=MW3MedJgljg

4. Come animales que se hayan alimentado bien. Ahora podemos comer filetes todos los días, pero ¿a costa de qué? No es sólo una cuestión de colesterol y obesidad, también el medioambiente y la ética animal nos debería hacernos cuestionar qué carne comemos y a qué precio. Él recomienda asegurarse del origen para comer carne de buena calidad un par de veces a la semana.michael-pollan-pork-2-300x0

¿Qué carne escoger? Poca y bien escogida. No hace falta que sea carne 'ecológica', pero mejor si tiene denominación de origen y la compramos al corte en la carnicería, no en bandejas de plástico. Una reflexión sobre la carne y los abuelos: Somos cultura de cerdo y conejo mayoritariamente. Las gallinas se mantenían mejor para poner huevos, otra buena fuente de proteínas. Y los pollos acababan en los guisos y platos.

Las ovejas y las vacas daban leche para quesos o si eran para comer, se comían tiernos, como corderos o terneros, y en su temporada. La matanza ha jugado un papel fundamental en nuestra cultura gastronómica.

Lo curioso es que nadie piensa que antes un cerdo se alimentaba durante un año como uno más de la casa, para acabar siendo la fuente de proteína y grasas para una familia grande (3  generaciones y algún familiar y vecino) durante todo un año. El jamón era guardado para ocasiones especiales, y del resto del cerdo se aprovechaba todo para tener 'sabor' en guisos o hacer longanizas para tener carne conservada por más tiempo. Vamos que comer carne se comía poca, se comía poca carne grasa, más magra y era un ingrediente de guisos, no un chuletón para el domingo.

5. Cuánto más blanco, menos años de vida. Esta regla se refiere a la blancura de las harinas refinadas y el pan blanco. Antes la harina se conseguía después de llevar el trigo al molino, y ese día se horneaba el pan para toda la semana. Ahora todo lleva harina refinada, que para Pollan es tan adictiva como el azúcar blanco, por eso nos cuesta tanto parar cuando empezamos a comer una barra de pan blanco. Su consejo es que volvamos a la harina y panes hechos con cereales integrales.

pan de hogaza

¿Qué pan como? Hasta hace  poco el pan era un alimento de lujo, especialmente el blanco. Se comía pan en poca cantidad y la hogaza duraba una semana para toda la familia. Luego pasó a ser un alimento de pobre, con una barra de pan se mataba el hambre cuando no había con qué llenarla. Ahora yo diría que tenemos las dos cosas: 'pan de lujo', con cereales integrales, levaduras madres, con añadidos varios, un pan de calidad pero muy caro. Y otro 'pan de pobre', de barras precocinadas que se meten en el horno y se venden como pan del día, pero de pan tienen poco, son carbohidratos poco aconsejables, mejor no comer ese pan. 

6. Come plantas, especialmente las que tienen hojas. Aconseja que la base de la dieta sea vegetal, frutas, verduras y hortalizas frescas, y si son verdes y con hojas, sin cocinar. Así volvemos a la dieta más sencilla y saludable.plantas o planta

¿Cuánto verde comer? El otro día contaba en este blog que aunque no soy vegetariana, intento que mi dieta sea al 75% vegetal, por salud, por comodidad, por sabor y hasta por economía. Para mi las frutas y verduras están asociadas a fuentes de agua, fibra, vitaminas, minerales y fitonutrientes. Son carbohidratos también, pero sanos, aunque algunos deportistas consideren muchas frutas y plantas carbohidratos que hay que evitar. Para mi, si son frescos, o ligeramente cocidos, hasta la patata es un vegetal que me aporta algo más que carbohidratos, pero la hago al horno o cocida en su piel, me llena, me gusta su sabor, tiene valor nutricional y me aporta energía natural. 

7. No comas comida que sabe igual en cualquier lugar del mundo. Es un misterio como algunas cadenas de comida rápida consiguen que sus hamburguesas, patatas fritas o tiras de pollo sepan igual en China que en EE.UU. Aunque para muchos esto es un valor, para Pollan es un problema, comida falsa envasada y lista para vender a los que no saben apreciar sabores.kalmanfoodrules8

¿Qué comer cuando viajas? Para mí, cada viaje es un descubrimiento gastronómico, no sólo cultural o personal. Me encanta probar los platos locales, preguntar que comen cada día en su casa, no lo que venden para turistas. Cuando la comida es de calidad y está bien preparada, especialmente cuando es casera, descubres que los humanos tenemos pautas muy parecidas en cada zona del mundo, aunque en unos sitios pique a rabiar hasta el desayuno y en otros te deje sabor agrio o ácido hasta el dulce. Educar el gusto, el olfato es un placer. Cada comida nueva despierta sensaciones no sólo en mi boca, también noto como lo digiero después, la energía que me da para entrenar y como afecta a mi cerebro, a los recuerdos, al sueño o a la vigilia. Todos los alimentos son fuente de nutrientes igual que la comida de nuestro país de origen, pero la variedad nos enseña a comer mejor, y muchas recetas se pueden repetir en casa a la vuelta. 

Os dejo un vídeo documental de Michael Pollan que está traducido al español: ¿Sabes que te llevas a la boca?

https://www.youtube.com/watch?v=Zqheu3LTjJU

Y otro vídeo en inglés que me gusta mucho más:

https://www.youtube.com/watch?v=N7Ty8HoIEEg

Y si queréis 'empaparos' este vídeo es más denso y completo:

https://www.youtube.com/watch?v=TX7kwfE3cJQ