Nadie pone en duda que tener un calzado adecuado para tus entrenamientos y competiciones es fundamental para rendir más, estar a gusto corriendo y prevenir lesiones. Pero seguro que te salta la duda de cómo prolongar el uso de esas zapatillas que tanto te gustan y que tanto te costaron conseguir.
Para ayudarte a disfrutar durante el mayor tiempo posible de tu calzado favorito te voy a dar una series de consejos prácticos que he dividido en 2 bloques, uno trata sobre el cuidado y el otro versa sobre que soluciones adoptar cuando se empiezan a deteriorar las zapatillas.
CUIDADO BÁSICO DE TUS ZAPATILLAS:
- Nada más llegar de correr ponlas a ventilar para que el sudor no degrade y degenere los tejidos internos.
- Una vez estén ventiladas guárdalas en el armario a temperatura estable y ni se te ocurra dejarlas en la terraza donde los cambios de temperatura alteran mucho los materiales sobre todo los relativos a la mediasuela que es donde se encuentra el material denominado EVA (polímero termoplástico que científicamente tiene un nombre peculiar: EtilVinilAcetato) que confiere la amortiguación a la zapatilla y gran parte de sus características.
- Una vez por semana introduce unos papeles de periódico en las punteras que ayuden a mantener la forma y absorban el posible exceso de humedad.
- Cuando laves las zapatillas hazlo a mano con jabón neutro tipo “Lagarto" y ayúdate de un cepillo suave. Después de lo cual puedes meterlas si quieres en la lavadora para aclarar en un programa corto de ropa delicada, pero procura que sea las menos veces posibles.
- Si vienes de entrenar o competir por senderos y caminos muy embarrados, quítale el barro mayor al grifo con la ayuda de un cepillo y después déjalas previamente a remojo en un barreño con agua tibia.
- No hace falta que abuses del lavado de las zapatillas, y este deberá ser solo cuando sea imprescindible.
- Cuando vengas de correr ten siempre a mano un pequeño cepillo suave y un paño que te sirva para quitar el polvo y la suciedad superficial que degrada los tejidos de tus zapatillas.
- Lava las plantillas lo más a menudo posible, para evitar la proliferación de mohos y hongos en el interior.
- Una vez al mes, echa un poco de polvos de talco en el interior de las zapatillas para inhibir el exceso de humedad y malos olores.
- Revisa la parte interna periódicamente para eliminar posibles hilos, bolas y restos de pelusas generados por la fricción de los calcetines.
¿QUÉ HACER CUANDO LAS ZAPATILLAS ESTÁN DETERIORADAS?
Una vez se empiezan a desgastar las zapatillas tenemos varias soluciones para poder seguir disfrutando de ellas:
- Si ves algún tejido roto del upper o parte superior, llévalas al zapatero lo antes posible para que te lo cosa y te ponga un refuerzo si fuera necesario, con vistas a que no se rompa por otros sitios ni se deforme la zapatilla.
- Cuando la EVA de la mediasuela empiece a perder sus propiedades de amortiguación, opta por hacerte con unas plantillas nuevas que estén acolchadas, y no hace falta que sean específicamente deportivas, sino con que notes que sean mullidas y te aporten un extra de amortiguación será más que suficiente. Si el deterioro de la zona EVA es grande opta por unas plantillas de silicona.
- El desgaste del caucho de la suela va a ser inevitable y por eso cuando veas que es excesivo, tienes que llevarlas al zapatero para que te ponga una pieza de caucho extra en esa zona desgastada sobre todo si ves que están llegando a la zona de EVA que es normalmente la parte blanca, ya que llegado a este punto se desgastará como la mantequilla y entonces si que no habrá solución.
- A veces hacer un cambio de cordones mejora la estética de nuestra zapatilla y da la sensación de haberla rejuvenecido.
A pesar de todos estos consejos, llegará un punto n el que no te quedará más remedio que jubilar tus zapatillas por mucha pena que te dé, y aunque en apariencia parezcan nuevas, deberás ser consciente que cuando empieces a tener malas sensaciones con ellas tienes que renovarlas si o sí.
DURACIÓN APROXIMADA DE LAS ZAPATILLAS:
Dependerá mucho de nuestra forma de correr y de nuestro peso, aunque de manera general podemos establecer estos límites de kilometraje:
- Zapatillas de gama baja y voladoras: 400-700 km.
- Zapatillas de gama media y mixtas: 800-1000 km.
- Zapatillas de gama alta y/o con materiales especiales como el Boost de Adidas: 1200-1800 km.