Ocurrió el lunes, pero he preferido dejar pasar 48 horas para no escribir en caliente. Esta vez la tragedia a pedales llegó a una carretera de Villena dónde un padre disfrutaba de la bici con su hijo de 8 años. Eran atropellados por un conductor que se dio a la fuga pero que fue arrestado por la Guardia Civil cuatro horas más tarde dando positivo en el control de alcoholemia y de drogas. La carretera, como puede verse en la imagen, es una recta con visibilidad total y un amplio arcén por el que circulaban el padre y el hijo. A resultas del atropello moría el padre mientras que el hijo sólo sufría heridas leves. El conductor fue acusado de los delitos de homicidio imprudente, de omisión del deber de socorro y contra la seguridad vial…pero ya está en la calle ya que la fiscalía no solicitó su ingreso en prisión pese a que tenía antecedentes por conducción temeraria y hace dos años fue detenido por la Guardia Civil acusado de los delitos de lesiones y agresión sexual a una menor en grado de tentativa.
Lo que queda claro es que sigue sin tomarse en serio nadie el tema de la seguridad de los ciclistas. Ni los que estaban ni los que han llegado ni los que vendrían. Como bien decía Anna González, la mujer que lideró la campaña #PorUnaLeyJusta “a los políticos les debería pesar mucho la conciencia; son ya tres años de lucha Por una ley justa y muchos los muertos. Que cada muerto y cada familia destrozada no les deje dormir. El PP presentó una propuesta de ley, Ciudadanos quiere mejorarla, el PSOE no ve claro que deba ser delito abandonar a la víctima…Esto no va de política, va de personas, de vidas, de familias. A los políticos les da igual. “El muerto al hoyo y el vivo al bollo".
Al final la solución va a ser prohibir circular en bicicleta para dejar vía libre a los conductores borrachos. El otro día el exciclista profesional Joaquín “Purito" Rodriguez invitaba por sus redes sociales a Pedro Sánchez a salir con él un día en bici para que entendiera en primera persona todo lo que hay que cambiar para poner remedio a esta sangría de vidas de gente que sólo quería hacer deporte. Y mientras esperamos si el Presidente se da la vuelta en bici con Purito y los políticos se van de vacaciones sin arreglar nada del tema, un niño llora a su padre al que vio morir delante de él.