Desgraciadamente nuestra sociedad vive un momento en el que la niebla ciega el camino a seguir. Las dudas y el miedo a un enemigo al que todavía no conocemos lo suficiente para controlarlo es lo que marca nuestros pasos. Y mientras esperamos la tan anunciada llegada de la vacuna y de un tratamiento realmente efectivo contra el Covid-19 deberíamos centrar los esfuerzos en la prevención, en aquello que sí podemos controlar y que permite asegurar el mejor funcionamiento de nuestro sistema inmune.
Y aquí llegamos a la práctica deportiva como medicina preventiva, como herramienta de salud, algo ignorado por este y por todos los Gobiernos que se han ido sucediendo en nuestro país. Más allá de las palabras que les escriben los asesores en los discursos, nadie ha apostado por impulsar realmente el deporte como el estilo de vida de nuestra sociedad para el siglo XXI. Sólo así se puede explicar que la cultura (cine, teatro y hasta los toros) tengan un IVA reducido al 10% y al deporte popular (ojo que la entrada de un partido de fútbol también tiene el 10%) se considere un lujo y se le aplique el 21%.
Hay estudios que han dejado bien claro cómo un deportista está mejor preparado para sobrevivir al Covid. Por ejemplo, el estudio realizado en el Hospital Henry Ford de Detroit (Estados Unidos) que concluye que la capacidad máxima de ejercicio determinada a partir de una prueba de esfuerzo antes de la infección por SARS-CoV-2 se asocia de forma independiente e inversa con la probabilidad de hospitalización por COVID-19. Así de contundente. Los investigadores analizaron los datos de las 246 personas que en los últimos 5 años se habían hecho una prueba de esfuerzo y que habían enfermado de coronavirusCOVID-19. Un 36% (89) acabó siendo hospitalizado, que correspondía con los que peores resultados habían obtenido en la prueba de esfuerzo en valores como capacidad pulmonar, resistencia a la fatiga o en los datos del electrocardiograma.
La conclusión de los científicos es que la actividad física mejora la función inmunitaria, reduce la inflamación de bajo grado y reduce el riesgo de infecciones respiratorias. La dieta, el descanso y el control del estrés son los otros tres puntos que los médicos de todo el mundo están citando como claves para potenciar nuestro sistema inmunitario.
Son miles los médicos de nuestro país que ya recetan deporte; sólo hace falta que los que mandan tomen realmente conciencia de que la verdadera cara del deporte no va de que se ganen trofeos y ellos vayan a hacerse las fotos con los héroes del estadio para mejorar su imagen. Que se ganen competiciones claro que es importante, por los ejemplos de superación y de esfuerzo que nos ofrecen, pero con la pandemia ha quedado claro que nuestra sociedad la que tiene que ganar es la "Champions" de la vida.