Gracias a un tío fantástico y apasionado del deporte y de la vida como Coe pude conocer esta historia que es, junto a la de SuperPaco, la que más he disfrutado escribiendo en los últimos meses. Ojalá hubiera más gente como Javier, el creador del DisCamino de Santiago.
Hace 20 años que Javier Pitillas, vigués, atleta internacional de 400 metros en sus buenos tiempos de deportista, conociera a un chaval de 17 años llamado Gerardo en el Centro de Recursos Educativos de la ONCE en Pontevedra. La madre de Gerardo tuvo la rubeola durante el embarazo y esto causó a su hijo problemas de visión, sordera y de envejecimiento prematuro (aunque ahora tiene 37 años, neurológicamente es como si hubiera cumplido ya 65). Gerardo encontró en el deporte la alegría de vivir. Javier fue su monitor durante dos años pero su amigo para siempre y juntos en agosto del 2009 “inventaron" el DisCamino.
Gerardo hizo su primer Camino de Santiago pedaleando sobre un Copilot, triciclo tándem de origen holandés (con Javier de piloto detrás de él) que un alma caritativa decidió donar para que se cumpliera su sueño. “Cuando llegamos a la Plaza del Obradoiro, nos cuenta Javier, Gerardo me dijo “Busca más amigos como yo para poder hacer el Camino muchos años". Acababa de nacer el DisCamino, que se ha convertido en un instrumento facilitador para que cualquier persona discapacitada pueda disfrutar de todo lo que la peregrinación ofrece a los que no son discapacitados.
Desde ese año Gerardo y Javier han vuelto cada año al Camino y cada vez en más compañía. Este año ha habido hasta 4 salida: con Javi y su handbike por el Camino Portugués; por la misma ruta con los amigos del Centro de Atención Integral Personalizada de Bóveda (Lugo) en su peregrinación caminando y en sillas de ruedas; por el Camino francés con David y Diana (aquejado de parálisis cerebral) y por la Ruta de la Plata con Gerardo en el grupo haciendo etapas de 60 km de media hasta llegar a los 1.000 del recorrido. Allí estuvieron también Javier y Antonio Luque, compañeros de aventura el años 2012 y coprotagonistas con Gerardo del precioso documental El desorden de los sentidos.
Desde Sport Life no podemos más que alabar esta iniciativa que ha surgido en Vigo. Nos cuenta Javier que “ya tenemos doce copilotos “amigos con problemas" y un buen grupo de pilotos también. La verdad es que no es un sacrificio estar con ellos. Es enriquecedor estar un día con uno y otro con otro, y aprender continuamente de ellos. Y el Camino, aunque lo repitas 20 veces, siempre será distinto".
Como resumen del proyecto DisCamino elige una frase que leyó hace tiempo y con la que cierra todos sus mails.
Si tu mal tiene remedio, ¿por qué te aflijes?
Y si no lo tiene, ¿por qué te afliges?
No os aflijáis en vano.
¿Cómo puedes ayudar tú al DisCamino?
De dos formas muy claras y diferentes: con dinero y con tiempo. Dinero para conseguir el material, desplazamientos, la manutención en ruta, el alojamiento…Tiempo para poder ser piloto de uno de sus triciclos, como ciclista de apoyo o para acompañar a “los amigos con problemas" (como llaman a las personas que tienen estas discapacidades) que no son ciclistas en sus ratos libres evitando la exclusión social.
Podéis ingresar vuestros donativos en la cuenta IBAN ES37 2080 5141 3530 4000 9409 y conseguir más info en en Facebook (Discamino) o en su blog nuncaserabastante.blogspot.com
@franchicosport
El DisCamino de Santiago
Gracias a un tío fantástico y apasionado del deporte y de la vida como Coe pude conocer esta historia que es, junto a la de SuperPaco, la que más he disfrutado escribiendo en los últimos meses. Ojalá hubiera más gente como Javier, el creador del DisCamino de Santiago.
