Prohibido ir en bici...¿pero quién lo prohibe?

Vista la señal, no se sabe realmente quién no deja ir en bici pero al menos tenemos claro que sabe inglés.

Prohibido ir en bici...¿pero quién lo prohibe?
Prohibido ir en bici...¿pero quién lo prohibe?

La señal que veis es una de las que ahora mismo podéis encontrar en la Sierra de Guadarrama. El mensaje es corto y claro: no se puede ir en bicicleta. Lo extraño es que no venga firmado por ninguna autoridad o institución. Vamos, que lo ha podido poner cualquiera. Para colmo de la confusión, lo ponemos también en inglés para que los turistas (esos que las propias Comunidades se gastan sus buenos euros en que vengan a hacer turismo activo, ya que en la zona central no está el recurso fácil de las playas) se enteren de que no pueden ir en bicicleta...pero realmente se quedan como estamos los demás: sin tener claro por dónde sí y por dónde no se puede ir en bicicleta.

Déjemos claro que hay zonas que, cómo es lógico, deben ser protegidas y también que algunas, debido a que son caminos muy estrechos y son muy habituales de los senderistas (como puede ser el Camino Schmidt del Puerto de Navacerrada), no es muy lógico que sean usadas por las bicicletas.

Pero dicho esto, tampoco entiendo la persecución hacia las bicicletas. Hay caminos que ahora se prohiben que, si siguen existiendo y no han sido devorados por la maleza, ha sido precisamente porque pasan los ciclistas de montaña. Yo nunca entenderé está vocación por prohibir que tienen nuestras Autoridades; prohibir en casos como éste no funciona. Entre otras cosas porque hay miles de usuarios y el terreno a controlar es gigantesco. Sólo quedará el recurso de poner multas (¡recaudar!) y tratar de que reine el miedo. No entiendo por qué se ha renunciado, sin ni siquiera intentarlo, a educar, a implicar a la comunidad de ciclistas, a crear una red de senderos ciclistas que pudiera ser incluso cuidada por los propios usuarios como pasa en muchos otros países.

¿Restringir es la solución para cuidar los espacios protegidos? ¿Y cómo hacen en países como Suiza o Francia, que nos dan mil vueltas en protección y cuidado de la naturaleza, donde es perfectamente compatible y encima consiguen que sea una fuente de negocio para estas poblaciones de montaña que de otra forma acabarían abandonadas ante el peso cada vez mayor de las grandes ciudades?

Señores, en lugar de prohibir pónganse a trabajar. Y si prohiben, tengan al menos el coraje de firmar sus señales.