- Relaciónate en la mesa. Aprovecha estas fiestas para hablar con aquellas personas a las que ves poco a lo largo del año. Entre los novios de tu prima y las andanzas de tus sobrinos, comerás menos cantidad y masticarás más despacio los alimentos, llegando a saciarte antes y olvidándote de las tentaciones más calóricas.
- Cena de pecadores, desayuno de penitencia. Cuando te pasas una noche, el mejor desayuno son las frutas, verduras y zumos naturales. Son alimentos diuréticos y depurativos que te ayudan a eliminar los líquidos y a limpiar el organismo de las toxinas, facilitando el buen funcionamiento del cuerpo.
- Pasa del alcohol. Las bebidas alcohólicas tienen demasiadas calorías vacías. No contienen nutrientes, vitaminas o minerales y sólo consigues emborracharte y perder el control. Escoge vinos o cavas para disminuir el número de calorías y de grados de alcohol por copa y beneficiarte de los polifenoles de la uva, poderosos antioxidantes.
- Agua en todo momento. Procura beber entre dos y tres litros de agua cada día, no sólo para hidratarte después del ejercicio, también para evitar comer demasiados manjares en las fiestas y tener entretenida a la gula.
- Danzad malditos. El baile es uno de los ejercicios más divertidos y con el que puedes quemar muchas calorías después de la cena. Es el momento de lucirte con tus clases de salsa o de tango, consumiendo las grasas extras del asado navideño.
- Engalana la lechuga. Las ensaladas de primer plato contienen fibra con efecto saciante. Así llegarás al segundo (y calórico plato) con menos apetito.
- En pequeñas dosis. Aunque a te ganes a tu madre cada vez que lo haces. Hay que disfrutar de los placeres llenos de grasa, pero repetir dos veces, o tres, es reincidir…no te pases.
- Aligera los postres. La Navidad no es un maratón de calorías. Más bien, es una prueba de obstáculos donde cuando consigues llegar al postre, ni tienes hambre, ni tienes ganas. Si eres especialmente goloso/a, anticípate comiendo menos cantidad o preparando postres más ligeros como sorbetes, macedonias de frutas, gelatinas o helados con yogur en vez de nata.
- La tentación de las salsas. Con tantos alimentos suculentos ¿Para qué quieres ponerle un poco más de grasa a tu dieta en forma de salsa? Una cucharada de salsa mayonesa te aporta 242 kcal, dos ya son casi 300, recuérdalo cuando vayas a servirte.
- La conciencia tranquila del deportista. El mejor consejo para esta Navidad es que disfrutes de la cena sin agobios. Pero a la mañana siguiente…búscate un buen plan de ejercicio aeróbico para quemar esa gran cantidad de calorías, antes de que se instalen definitivamente en tu cuerpo.
10 mandamientos para una Navidad sana y saludable
Si quieres que las fiestas no te pesen, sigue estos diez mandamientos que te dejamos en Sport Life para una Navidad sana y saludable.
