Te explicamos con base científica qué es el virus, por qué ha entrado en la lista negra de la OMS y qué precauciones debes tener si llevas un estilo de vida activo. Te avanzamos desde ahora que no es para entrar en pánico, pero sí para estar bien informado.
Fue detectado por primera vez en 1998 en Malasia. El virus Nipah (NiV) se transmite por murciélagos que comen fruta. ¿Te resulta familiar ese origen? Puede causar desde fiebre y problemas respiratorios hasta encefalitis, con una tasa de mortalidad de hasta el 75% en algunos brotes [DOI: 10.1016/S0140-6736(21)01332-2]. La OMS lo ha incluido entre los virus prioritarios por su potencial pandémico [DOI: 10.1016/S1473-3099(21)00233-6].
El riesgo real en Europa o para los deportistas
Afortunadamente, si vives en Europa el riesgo es extremadamente bajo. Los contagios ocurren en zonas rurales de Bangladesh e India, donde se consumen alimentos contaminados por secreciones de murciélagos (como el jugo de palma datilera crudo). A día de hoy, no hay transmisión comunitaria en zonas urbanas ni en eventos deportivos internacionales.
¿Y si tengo que viajar a competir por allí o de vacaciones?
Si eres deportista y viajas a zonas del sudeste asiático, sí que conviene seguir algunas precauciones:
- Evita alimentos crudos o sin procesar.
- No entres en contacto con animales salvajes (murciélagos, cerdos).
- Lávate muy bien las manos y mantén una buena higiene.
- Pregunta antes de viajar a una zona concreta si hay brotes activos por allí.
¿Debería alarmarme?
No, pero sí te recomendamos informarte con criterio. Nipah no se transmite tan fácilmente como otros virus respiratorios como la gripe o el COVID-19. Requiere contacto estrecho con fluidos de personas o animales infectados [DOI: 10.1016/j.ijid.2020.10.039]. De hecho, su forma de contagio hace que los brotes sean localizados y más fáciles de contener.
Como deportistas, nos movemos, viajamos, compartimos espacios y nos exponemos a distintos entornos. Por eso, estar informados sin caer en el miedo es parte de nuestro entrenamiento invisible. No se trata de dejar de competir o de hacer deporte por miedo a los virus, sino de saber cuándo, cómo y dónde debemos tener más cuidado. El virus Nipah no es (hoy) una amenaza para el deporte en Europa, pero sí un recordatorio de que la salud global también se juega fuera del gimnasio.