Este efecto resplandeciente aporta claridad al presente, haciéndote sentir dónde estás ahora mismo. El subidón que se produce después de hacer ejercicio se debe a un par de cosas:
- el cerebro produce endorfinas que hacen que todo sea más fácil después
- la sensación de superación que logramos. Incluso aunque consista en sacar a pasear al perro, esa sensación de tener algo por hacer en la lista de tareas y tacharlo demuestra que el día va a ser productivo.
La liberación de endorfinas de un movimiento consciente en forma de paseo, paseo en bicicleta o entrenamiento ligero a la hora del almuerzo puede compararse con la de una sesión de meditación, y al mismo tiempo te acercas a tus objetivos de movimiento diarios. Además, es mucho más fácil que tratar de sacar tiempo para intentar dominar una nueva práctica de meditación, además del entrenamiento diario.
Todo cambio comienza identificando las áreas problemáticas y elaborando un plan realista. Revisa tu rutina actual y planifica un tiempo para recargar las pilas. La cita idónea para ejemplificar este concepto es la de «No puedes servir a los demás desde un recipiente vacío» , lo que significa que si tus niveles de energía están bajo mínimos, te supondrá un reto dar a los demás todo lo que necesitas darles. Identifica los momentos del día en los que tus niveles de energía están más bajos. Para mucha gente, se trata de esa pausa después de comer en la que fácilmente se podría tomar otro café. En su lugar, ¿qué tal si haces un estiramiento rápido? ¿O das una vuelta alrededor de tu edificio? Pruébalo y te sorprenderá la cantidad de energía que sentirás después. Es como un reinicio del sistema a mediodía. Recuerda que debe resultarte fácil y sin complicaciones; esta es la mejor forma de añadir hábitos a tu rutina.
Tres formas de reducir el estrés y aumentar tu felicidad ahora mismo:
- Conviértete en un planificador estratégico. Observa en qué momentos del día sientes que tus niveles de energía están más bajos y planifica un movimiento consciente.
- Qué ejercicio te sube el ánimo sin agotar todos tus recursos. El mindfulness es todo aquello que te saca de tu día a día y te lleva a tu yo presente.
- Prueba, cambia y vuelve a probar. Como todo, las posibilidades de que salga perfecto a la primera son increíblemente escasas. Es normal que te equivoques varias veces hasta encontrar la rutina perfecta de movimiento consciente.