Simbióticos, salud y rendimiento

Los simbióticos mejoran la salud digestiva, potencian la recuperación, refuerzan el sistema inmune y optimizan la respuesta física en el deporte.

Miguel Casanova

Simbióticos, salud y rendimiento
Simbióticos, salud y rendimiento

Simbióticos, salud y rendimiento

 

Cuidar el intestino es clave para alcanzar el máximo rendimiento. Los simbióticos, combinación de probióticos y prebióticos, no solo mejoran la salud digestiva, sino que también potencian la recuperación, refuerzan el sistema inmune y optimizan la respuesta física en el deporte.

La salud, el bienestar, la longevidad, el rendimiento, la composición corporal, etc., son términos que cada vez cobran mayor importancia, y por ello, cada vez es mayor el número de personas que realizan ejercicio físico de forma sistémica, lo cual es un dato muy prometedor teniendo en cuenta los niveles de sedentarismo existentes.

Pero al mismo tiempo hemos de ser conscientes de que participar en sesiones frecuentes de ejercicio físico de moderada-alta intensidad puede comprometer nuestro organismo si las estrategias de potenciación del rendimiento, control del estrés tolerado y recuperación post entrenamiento no son las adecuadas.

Últimamente, son muchos las/los pacientes que acuden a mi consulta por un problema de fatiga o cansancio constante, perturbaciones del sueño y ansiedad. Lo curioso es que más del 80% son personas físicamente activas que realizan sesiones de entrenamiento de forma constante. El fallo reside en el control de sus respuestas fisiológicas y el desarrollo de estrategias que optimicen adecuadamente su rendimiento, composición corporal y recuperación.

Existe un concepto dentro de la fisiología clínica que es “fatiga fisiológica de carácter no patológico” inducida principalmente por mecanismos centrales y periféricos del sistema nervioso. Por lo general estos mecanismos responden a situaciones de daño o estrés percibido, como ocurre por ejemplo durante las sesiones de ejercicio físico. El ejercicio físico es la mejor herramienta no farmacológica que existe para mejorar la salud y el bienestar, reducir riesgo de mortalidad por cualquier causa y potenciar la calidad de vida y longevidad. Pero es fundamental ser conscientes de que para obtener los mejores resultados y adaptaciones inducidas por el ejercicio físico es imperativo promover las estrategias adecuadas para rendir adecuadamente, controlar la cantidad de daño/estrés producido y procurar una correcta recuperación/reparación.

El ejercicio físico demanda energía, exigiendo a nuestra microbiota intestinal un aumento en la tasa de fermentación de nutrientes en el intestino para convertirlos en ácidos grasos de cadena corta, que son los más utilizados a nivel hepático y por células musculares para mantener un equilibrio en los niveles de glucosa sanguínea y evitar cambios que provoquen un excesivo estrés metabólico. Este proceso ayuda a regular la función neutrofila, reduce la permeabilidad de la mucosa del colon, inhibe el exceso de citokinas proinflamatorias y controla el exceso de ambientes oxidativos a nivel celular.

Los simbióticos son productos que combinan probióticos (microorganismos beneficiosos) y prebióticos (fibras que los alimentan), con el objetivo de mejorar la salud intestinal y el equilibrio de la microbiota.

Ejemplos de simbióticos son: yogur con fibra, kéfir con inulina, suplementos que combinan Lactobacillus y fructooligosacáridos (FOS) o bebidas fermentadas con prebióticos añadidos.

La vanguardia científica ha evidenciado que el uso de simbióticos (prebióticos y probióticos) apoyan el aumento de ácidos grasos de cadena corta en el intestino, mejorando el uso de nutrientes como fuente de energía.

También se ha evidenciado de forma rigurosa que las mejoras en nuestra microbiota intestinal potencian favorablemente la respuesta del sistema inmune después del ejercicio, así como la proliferación, función y protección de las células epiteliales del intestino.

Los simbióticos mejoran la salud digestiva, refuerzan el sistema inmune y reducen la inflamación, lo que favorece una mejor recuperación, absorción de nutrientes y rendimiento deportivo. También pueden disminuir molestias gastrointestinales durante el ejercicio intenso.

La suplementación con prebióticos y probióticos ha demostrado mejorar el rendimiento, reducir la fatiga, controlar las respuestas inflamatorias, potenciar la calidad y cantidad en la microbiota intestinal y reducir desequilibrios metabólicos.

La experimentación en mi propia consulta ha demostrado una mejora significativa en el rendimiento durante el ejercicio, mejorando el vaciado de ácido láctico y amoniaco y potenciando la cinética de oxígeno. También se observaron mejoras en la tasa de recuperación, así como a la reducción de los niveles de fatiga asociada. Dichas adaptaciones mejoraron sus respuestas hormonales, lo cual se vio reflejado en una mejora de la calidad del sueño.

Mi recomendación, además de suplementos ricos en simbióticos (prebióticos y probióticos), es el consumo de alimentos ricos en prebióticos y probióticos, sobre todo ricos en cepas de la familia Lactobacillus como el kéfir, yogur natural, chucrut, pepinillos encurtidos y kombucha.

Miguel Casanova
Miguel Casanova

 

El autor de este artículo es Miguel Casanova, biomecánico, fisiólogo clínico. Especialista en rendimiento físico y en prescripción de ejercicio físico en patologías, readaptación de lesiones, alteraciones del movimiento y dolor crónico. Investigador científico, director de área I+D y formador profesional.
Le encuentras en la web: www.mcmbalancingpeople.com y en Instagram como@balancing_people

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