Remedios caseros para las alergias

Con un poquito de paciencia y de anticipación, los remedios naturales preparan tu cuerpo y te ayudan a reducir los síntomas de la alergia al polen.

Yolanda Vázquez Mazariego

Remedios caseros para las alergias
Remedios caseros para las alergias

 

Un poquito de miel, una rodaja de jengibre, un té de canela… Parece una poción para enamorar y puede que también sirva, pero de momento te puede ayudar a reducir los síntomas de la alergia esta primavera. La alergia al polen es una reacción del sistema de defensa ante el polen de algunas plantas y cada año aumenta el número de personas que la padecen. La polución, la mala alimentación, el debilitamiento del sistema inmunitario, la exposición a numerosos agentes químicos cada día… hay muchas explicaciones, pero mientras tanto, la alergia nos impide disfrutar del buen tiempo, nos debilita y nos hace sentirnos mal. Algunos de estos remedios no son tan potentes como los medicamentos para la alergia, pero con paciencia y constancia, resultan eficaces y no tienen efectos secundarios. ¿Por qué no dar una oportunidad a los remedios de toda la vida?

Cada persona es diferente, puedes encontrar que algunos de esto consejos funcionan muy bien en ti y otros no te ayudan nada…, pero no pierdes nada por intentarlo. Es más, la mayoría huelen bien, te relajan y aclaran la mente, y así no sólo notarás mejoría en los síntomas de la alergia, también notarás más vitalidad y energía.

Síntomas generales de las alergias al polen

  • Senos nasales inflamados y con picores
  • Moqueo líquido constante
  • Congestión nasal
  • Dolor de cabeza y de senos nasales
  • Lagrimeo, ojos enrojecidos
  • Tos, ronquera, pérdida de voz
  • Sensación de no descansar durante el sueño
  • Despiste general, falta de energía
  • Hinchazón, sensación de pesadez general

1. Dieta para las alergias. Puede que no lo hayas pensado hasta ahora, pero lo que comes también te predispone a tener más o menos síntomas de alergia en primavera. La mayoría de las personas con alergia mejoran siguiendo una dieta prácticamente vegetariana, con muy pocos y escogidos lácteos y carnes, que permite huevos y pescados. Otras personas alérgicas mejoran al eliminar los alimentos con gluten de su alimentación. La explicación no está clara, pero parece que la dieta vegetariana y la dieta celiaca reducen la inflamación celular, ayudan a que el hígado y los riñones cumplan su función detoxificadora, y aportan sustancias antioxidantes y protectoras de las células, y en conjunto son eficaces a la hora de reducir la reacción alérgica y aliviar la congestión. Reducir la dosis de proteínas animales también puede ayudar a disminuir la cantidad de anticuerpos (que son proteínas) en las células inmunitarias.

2.  ¿Qué hay que hacer? Aquí tienes un ejemplo de la dieta base para la temporada de alergias, recuerda empezar un mes antes de que comience.

En ayunas

Un vaso de agua con el zumo de un limón natural

Una cucharada de miel local

Suplemento de ácidos grasos omega-3

Desayuno

Una manzana con piel

Yogur natural sin azúcar con pasas y almendras naturales

Infusión de canela, naranja y miel

Media mañana

Bol de requesón natural con miel

Té verde con limón natural

Comida

Bol de arroz integral con rodajas de cebolla y pimiento rojo recién cortado

Boquerones a la plancha con espárragos a la plancha

Fruta de temporada

Merienda

Té rooibos con piel de naranja ecológica

Manzana con piel

Cena

Sopa de verduras (cebolla, repollo, zanahoria, calabaza, ajo, calabacín, etc.)

Salmón a la plancha con ensalada de canónigos aliñada con aceite de oliva virgen extra

Pomelo o naranja

Antes de dormir

Infusión de manzanilla amarga

1. Evita los alimentos que empeoran las alergias. Algunos alimentos son ricos en histamina, la sustancia que liberan los mastocitos cuando se desencadena la reacción alérgica por el polen. Evita estos alimentos desde un mes antes de la temporada del polen al que reaccionas.


¿Qué hay que hacer? Evita los alimentos relacionados con alergias y empeoramiento de reacciones alérgicas, los más problemáticos son los cacahuetes, fresas, tomates, melocotones, quesos curados, pescado ahumado, comida enlatada y procesada, bebidas alcohólicas, bollería, chocolate y café.

2. Más agua y más líquidos. La hidratación es una de las claves para reducir los síntomas de la alergia, ya el moqueo constante es un pérdida de fluidos que necesitas reemplazar. Beber agua ayuda a mantener las reacciones metabólicas del cuerpo, especialmente las de depuración y eliminación de toxinas, y en la alergia tu cuerpo está trabajando extra al reaccionar contra el polen.

¿Qué hay que hacer? Hidrátate también con agua filtrada, agua con corteza de limón ecológico y rodajas de pepino, y tés e infusiones naturales como las que te contamos en este artículo con propiedades antialérgicas, descongestionantes y relajantes.

3. Utiliza lavanda como antihistamínico natural. Aunque la lavanda es una flor, su polen no se asocia a reacciones alérgicas. La lavanda es una planta medicinal por su acción sedante, ayuda a reducir la inflamación y congestión nasal. El aceite esencial de lavanda tiene la ventaja de que se puede utilizar casi sin diluir sobre la piel porque no es irritante.

¿Qué hay que hacer? Aplica unas gotas en las fosas nasales y notarás como respiras mejor. Lleva un pañuelo a mano con gotas de lavanda para oler cuando notes la nariz congestionada o tengas que sonarte la nariz. Masajea con aceite de lavanda la frente en el caso de que tu alergia vaya acompañada de dolores de cabeza.

4. Un masaje en los pies con aceite antialérgico dos veces por día. Los pies están muy bien irrigados por el torrente sanguíneo, y según la reflexología, en la planta de los pies tenemos acceso a cada órgano corporal. Y un masaje de pies siempre es relajante. 

¿Qué hay que hacer? Prueba esta receta: en un frasco de vidrio oscuro de 50 ml, pon aceite de semilla de uva con 10 gotas de aceite de lavanda, 10 gotas de aceite esencial de limón y 10 gotas de aceite esencial de menta. Agita bien y masajea la planta de los pies, dos veces por día durante 2-5 minutos. Debes llevar calcetines de algodón natural, no utilices fibras sintéticas.

5. Lavados nasales con un vaso de neti. Este vaso se puede encontrar en tiendas de herbodietética y herboristerías. El vaso de neti es una extraña tetera con un pitorro alargado que se utiliza para limpiar cada una de las fosas nasales haciendo pasar agua desde una a otra. Las personas que practican yoga suelen hacer este lavado nasal cada día para facilitar la respiración y eliminar las impurezas que pueden dañar la mucosa nasal.

¿Qué hay que hacer? La técnica puede parecer complicada, pero no es difícil y después de una leve sensación de angustia la primera vez, enseguida se nota alivio. Se deben hacer los lavados siempre con agua filtrada, mejor hervida para evitar infecciones. Deja que se temple para no quemarte, añade media cucharadita de sal marina o sal natural y ponte en la ducha o en el lavabo para ir limpiando cada fosa nasal. Al menos 10 segundos cada lado. Repite 2-3 veces al día cuando tengas congestión nasal, sinusitis, mocos, etc.

6. Inhalaciones de vapor con aceites esenciales (eucalipto, tomillo, romero). Los remedios de toda la vida siguen funcionando, los baños de vapor con aceites esenciales antisépticos y descongestionantes como el pino, tomillo, romero, eucalipto, árbol de té, etc., no sólo despejan la nariz, también te ayudan a limpiar los poros y a eliminar las impurezas en la piel, por lo que tu cara queda limpia y resplandeciente después.

¿Qué hay que hacer? Basta poner una cacerola con agua al fuego y cuando rompa a hervir se añaden 10 gotas de tres de los aceites esenciales que ayudan a despejar la nariz y tienen acción desinfectante. Pones la cabeza debajo de una toalla para inhalar bien los vapores, te relajas después de la primera impresión de calor y disfrutas de los olores y el calor húmedo.

7. Come manzanas con piel. Los estudios médicos han demostrado que síntomas como la rinitis, que provoca estornudos constantes y moqueo, se atenúan gracias los polifenoles y quercitina presentes en la manzana, especialmente en la piel de esta fruta que es donde se concentran estas sustancias vegetales. La quercetina es un bioflanoide natural que ayuda a estabilizar los mastocitos, las células que liberan la histamina. También es un buen antioxidante que previene y reduce la inflamación.

¿Qué hay que hacer? Empieza cada día el desayuno con una o dos manzanas sin pelar y muy bien lavadas, preferiblemente de producción ecológica. Puedes tomar hasta de 3 a 5 manzanas al día, según el tamaño, entre horas para ir manteniendo la alergia a raya.

8. Vinagre de manzana.  Este remedio es muy popular en América del Norte, por sus supuestas propiedades adelgazantes, pero en realidad, el vinagre de manzana es un recurso tradicional para reducir la inflamación, eliminar la mucosidad y descongestionar. ¿Qué hay que hacer? Se toma un vaso de agua con una cucharada de vinagre de manzana natural, 3 veces al día, preferentemente en ayunas.

9. Curas de miel local. Si tienes la suerte de poder disponer de miel natural de la misma zona donde vives, cuentas con una vacuna natural para tu alergia, pues las abejas metabolizan el polen al pasarlo por su sistema digestivo y lo transforman, por lo que la miel tiene pequeñas dosis de polen en su interior y al consumirla te estás exponiendo a pequeñas dosis del alérgeno, el cuerpo se acostumbra poco a poco y el objetivo es que la miel local ayude a que tu sistema inmunológico reconozca al polen de la zona como "amigo" y no como un alérgeno.

¿Qué hay que hacer? Un mes antes de la temporada del polen, debes tomar cada mañana en ayunas una cucharada de miel de tu zona de la cosecha de la primavera anterior, sin liofilizar ni hervir, miel cruda natural. Toma un vaso de zumo de limón natural recién exprimido porque su alto contenido en vitamina C y flavonoides te ayudará a reducir la reacción alérgica que provoca la vacuna natural.

10. Infusión de canela, miel y jengibre. El jengibre es una raíz con propiedades antiinflamatorias y antihistamínicas. La canela es antiinflamatoria y rebaja el sabor ácido y picante del jengibre. Y la miel es una vacuna natural contra la alergia.

¿Qué hay que hacer? Pon a hervir agua con corteza de canela natural durante 10 minutos, añade raíz de jengibre cruda recién picada y media cucharadita de miel de mil flores. Puedes tomarla 3 veces al día recién hecha.

11. Té rooibos con corteza de limón. El té rooibos o té rojo sudafricano no contiene cafeína, pero es una bebida antioxidante con efecto antihistamínico.

12. Pescado azul. Los ácidos grasos omega-3 son buenos antiinflamatorios, mantienen la integridad de las mucosas respiratorias y digestivas dañadas por las alergias y son un buen soporte del sistema inmunitario. Al tomar pescado no sólo tomas omega-3, también tomas proteínas que necesitas para reparar y fabricar tejidos, y aunque en la temporada de alergia debes evitar una dieta muy alta en proteínas, al tomarlas en forma de pescado consigues un buen aporte de aminoácidos para tus entrenamientos sin perjudicar a tu alergia primaveral.

13. Ortigas. A pesar de lo que pican, las ortigas actúan como antihistamínico natural que bloquea la capacidad de producir histamina. Se puede tomar en forma de té, extracto, cápsulas vegetales, etc.

¿Qué hay que hacer?  ¡No las toques! Haz un té con las hojas secas de ortiga mezcladas con saúco y diente de león. Es un buen depurativo, limpia el hígado y ayuda a reducir los síntomas de las alergias.

14. Probióticos. Las alergias aparecen cuando se desequilibra el sistema inmunológico que reacciona contra sustancias que no están causando ningún daño. El sistema digestivo es clave en la respuesta inmunológica, y cuando se altera la flora bacteriana se pueden producir alergias, generalmente a alimentos, pero también a la primavera y el polen. Los estudios dicen que la flora bacteriana que se forma en los primeros meses de vida, especialmente cuando se da lactancia natural, es clave para evitar las alergias posteriores, y cuidar el equilibrio digestivo es muy importante para prevenir y curar alergias.

¿Qué hay que hacer? Toma cada día al menos una ración de alimentos y bebidas fermentadas, ricos en "bacterias beneficiosas" como el yogur, kéfir, requesón, té kombucha, col fermentada o chucrut, etc.

 

14. Alcachofas y espárragos. Estos vegetales de primavera tienen efecto depurativo, laxante y ayudan a realizar la función detoxificadora del hígado. Por eso tienen fama como alimentos adelgazantes.

¿Qué hay que hacer? Lo mejor es tomar alcachofas y espárragos hervidos al vapor o en ensaladas, poco cocinados, porque las sustancias amargas que contienen son las que tienen propiedades medicinales y ayudan a reducir las alergias.

15. Agua de mar. Venimos del mar, y basta nadar un rato en la playa para notar como se descongestiona la nariz, se limpian los ojos y se reducen los síntomas de la alergia.

¿Qué hay que hacer? Los sprays de agua de mar microfiltrada en frío ayudan a las personas alérgicas a mantener en equilibrio las mucosas nasales y favorecen la limpieza nasal debido a su efecto mucolítico y expectorante, además, mejoran la aclaración mucociliar. Ahora también tienes ampollas bebibles de agua de mar para mitigar los molestos efectos de la alergia y ayudar a hacerles frente.

16. Té, más té. El té verde posee un compuesto que bloquea la producción de histamina e inmunoglobulinas E, sustancias que desencadenan los síntomas de alergia. Sus propiedades antioxidantes y diuréticas, junto al contenido de cafeína del té verde, te ayudan a despejar la nariz, aumentan el estado de alerta y evitan la inflamación celular.
 

¿Qué hay que hacer? Aprovecha los ratos libres o entre horas para tomar un té verde natural con limón, corteza de canela, naranja, etc.

17. Más menta. Tomar una infusión de hojas menta o inhalar su aceite esencial también es útil para aliviar los síntomas de alergia al polen o al polvo, porque la menta contiene una sustancia que bloquearía la producción de histamina aliviando estornudos y flujo nasal.

18. Infusión de regaliz. La corteza de regaliz es un antiinflamatorio natural por su contenido en glicirricina, que ayuda a reducir la producción de IgE. Evita esta planta si tienes hipertensión.

¿Qué hay que hacer? Pon a hervir agua y añade la corteza de regaliz para que hierva durante 5-10 minutos. Retira del fuego, y cuela antes de servir. Puedes añadir hojas de menta al retirar de fuego para tener una infusión antialérgica más completa.

19. Prueba con raíz de cúrcuma y de jengibre. Estos alimentos orientales tienen un potente efecto antiinflamatorio y descongestionante. El jengibre debe su efecto picante a los jingerósidos, que te despejan la nariz en un segundo. La cúrcuma se utiliza para preparar el curry y le da el color amarillo-naranja, gracias a su contenido en curcumina, un potente antiinflamatorio y antioxidante que te ayuda a mitigar los síntomas de la alergia.

¿Qué hay que hacer? Toma unas rodajas de raíz de cúrcuma y de raíz de jengibre en ayunas, combina muy bien con la pimienta negra que potencia su efecto. ¡Pica mucho! No te asustes, porque descongestiona muy bien.

20. Magnesio. Este mineral es un relajante muscular y ayuda a proteger los pulmones y mejorar la respiración durante los ataques de alergia.

¿Qué hay que hacer? Aumenta la dosis de alimentos ricos en magnesio como las almendras, anacardos, pistachos, nueces, semillas de girasol y vegetales de hoja verde oscuro como las espinacas.

21. Más vitamina C.  Actúa como un antihistamínico natural, tiene efecto antioxidante y antiinflamatorio.

¿Qué hay que hacer? Basta consumir frutas y verduras ricas en esta vitamina, como limones, naranjas, pomelos, brócoli, pimiento, kiwi, guayaba, etc.

22. Yoga. Hay ejercicios de yoga que son muy útiles para mejorar la respiración, descongestionar las fosas nasales y reducir la congestión general. Prueba la respiración independiente por cada fosa nasal típica de las clases de yoga.

¿Qué hay que hacer? Tapa el lado izquierdo de la nariz y exhala contando hasta 10, inhala contando hasta 5. Destapa el lado izquierdo  y tapa el derecho y exhala lentamente por el izquierdo contando hasta 10. Inhala por ese lado contando hasta 5… y cambia de nuevo para tapar el lado izquierdo y exhalar por el derecho de nuevo. Repite 3 veces o cada vez que notes que la nariz empieza a estar tapada.

23. Evita los lácteos. Salvo el yogur, kéfir y requesón, que son lácteos fermentados y te aportan probióticos, el resto de lácteos como leche y quesos producen un aumento de la mucosidad y empeoran el problema de las alergias en general.
¿Qué hay que hacer? Reduce la dosis de lácteos a dos al día de los fermentados naturales (yogur, kéfir, requesón), sin azúcar ni edulcorantes y de origen ecológico preferiblemente.

→ Plantas medicinales con propiedades antialérgicas

Hay muchas plantas medicinales que te ayudan a reducir y prevenir los síntomas de las alergias, bien porque funcionan como antihistamínicos naturales, o porque son antisépticas, descongestionantes, calmantes, expectorantes, etc. Puedes ayudarte con jarabes, infusiones, extractos, etc. de ventas en tiendas especializadas de herboristería, herbodietética y parafarmacia.

Destacan por sus propiedades antialérgicas las flores de saúco y diente de león, para las temporadas de alergia. Las flores de Eufrasia en infusión para lavar los ojos o aplicar en bolsitas empapadas para reducir la inflamación ocular y el lagrimeo que provoca el polen. La infusión y aceite esencial de hojas de eucalipto o de pino, por sus propiedades mucolíticas y descongestionantes y la infusión de flores de manzanilla amarga, que es calmante y relajante.

  • Importante:

Estos remedios son naturales, pero no deben ser utilizados sin precaución. Es importante respetar las dosis, especialmente cuando se usan los aceites esenciales que tienen efectos muy potentes y pueden irritar y provocas molestias. Las alergias deben ser diagnosticadas siempre por alergólogos y especialistas, a los que se debe consultar cualquier cambio en la medicación. No se deben utilizar estos remedios en bebés, niños menores de 7 años, personas con alta sensibilidad a los medicamentos, de edad avanzada, embarazadas y madres lactantes, o si se están en siguiendo tratamientos médicos muy especializados como quimioterapia y radioterapia.