¿Qué pasa si no tengo tiempo de tomar la luz del amanecer o la del atardecer?
Si no tienes tiempo para exponerte a la luz natural del amanecer o atardecer, tu ritmo circadiano podría verse afectado, lo que puede influir en la calidad del sueño, los niveles de energía y la producción de hormonas como el cortisol y la melatonina. Hay varias formas de compensarlo.
Si tu rutina es muy ocupada, pequeños ajustes como estos pueden marcar la diferencia.
Alternativas si no puedes exponerte a la luz natural
1/ Prueba a utilizar una lámpara de luz roja e infrarroja por la mañana
Exponerte a luz roja o infrarroja al despertar ayuda a regular el ciclo circadiano, ya que recrea la luz en un espectro similar al de la naturaleza para ese mismo momento del día. Además, las lámparas de terapia de luz pueden ser útiles en invierno o si trabajas en interiores.
2/ Sal a la luz natural en cualquier momento del día
Aunque no sea al amanecer o atardecer, pasar al menos 15-30 minutos al aire libre es beneficioso.
3/ Usa luz cálida en la noche para simular el atardecer
Evita luces blancas o azules (pantallas, LED frías) después de las 7-8 pm. Usa luces ámbar, velas o gafas bloqueadoras de luz azul para favorecer la producción de melatonina.
4/ Prioriza la exposición a la luz natural en ventanas
Si no puedes salir, estar cerca de una ventana con luz natural también ayuda.

Luz roja e infrarroja
En los últimos años, se han comenzado a utilizar lámparas de luz roja e infrarroja, también conocida como fotobiomodulación, una técnica no invasiva que utiliza longitudes de onda específicas de luz roja e infrarroja para estimular procesos biológicos en el cuerpo. Este tipo de lámparas ha ganado popularidad en los últimos años debido a sus múltiples beneficios potenciales para la salud, respaldados por investigaciones científicas.
Hemos probado en la redacción de Sport Life, la DEEP 7 CYAN de EKIO LIGHT, de luz roja e infrarroja, actúa a nivel celular, estimulando las mitocondrias (las "centrales energéticas" de las células) para producir más adenosín trifosfato (ATP), la molécula que proporciona energía a las células. Esto promueve la regeneración celular, reduce la inflamación y mejora la función de los tejidos.
Además, tiene efectos beneficiosos significativos no solo a nivel celular y muscular, sino también en el sistema nervioso y el sistema hormonal, incluyendo la regulación del ritmo circadiano y la mejora del sueño. Para los deportistas también presenta beneficios a de regeneración y mejora del rendimiento muscular o incluso alivio del dolor y reducción de la inflamación, cuando nos enfrentamos a las temidas lesiones.