En el equilibrio está el beneficio, aprendiendo a tomar el sol no tienes por qué temer los efectos negativos. El sol es una buena medicina, pero como cualquier medicamento, debes aplicarlo con precaución y moderación, no te lances cara al sol y sigue estos consejos, evitarás muchos problemas: aplícate una crema con un índice de protección adecuado a tu piel media hora antes de empezar a tomar el sol, ya que necesita tiempo para empezar a penetrar y distribuirse.
Ten especial cuidado con las "zonas muertas", esos lugares que quedan frecuentemente desprotegidos. Por ejemplo, la zona alta de la espalda, donde resulta difícil aplicarte el protector o la cara interna de las piernas.
1. Los especialistas recomiendan no bajar de un SPF 15, salvo en las personas con un tono de piel oscura o muy bronceadas que pueden bajar a un SPF 8. Nunca tomes el sol sin protección más de 5 a 10 minutos.
2. Si te gustan los deportes acuáticos, o disfrutas con los baños prolongados, asegúrate que la crema protectora es resistente e impermeable al agua y que tenga espectro total: que proteja de los rayos UVA y UVB.
3. Aplícate crema cada dos horas y después de cada baño. Los primeros días, mejor renueva la aplicación cada hora.
4.La cara merece mayor esmero que el resto. No está de más que tu crema protectora sea también hidratante y antiarrugas. Debes proteger también los labios con cremas hidratantes específicas para la zona y los ojos, como los stick o lápices de crema.
5. También los ojos son muy sensibles a las radiaciones ultravioletas, y la exposición prolongada puede favorecer la aparición de cataratas. No te olvides de unas gafas de calidad garantizada, gorras, sombreros, etc. en los días soleados.
6.Los primeros dos o tres días no debes tomar el sol más de un cuarto de hora. Después puedes ir aumentando progresivamente la exposición, pero sin sobrepasar las 2 horas seguidas.
7. Evita exponerte al sol entre las 12 y las 16 horas, es cuando mayor radiación solar llega a la Tierra.
8. Al salir del agua, sécate bien. Las gotas de agua actúan como una lupa y pueden producir quemaduras o manchas.
9. Aunque esté nublado, no te olvides la crema protectora, porque los rayos atraviesan las nubes.
10. Recuerda que la nieve es una de las superficies que más refleja la luz solar, por lo que no te olvides de protegerte en invierno utilizando cremas de protección alta. Otras superficies reflectantes son el hielo, la arena, las superficies blancas o metalizadas, el agua, la sal, etc.
11. Si tienes la piel enrojecida, o presentas quemaduras, olvídate del sol. Ponte a cubierto inmediatamente y aplícate una crema analgésica específica, aloe vera o aftersun.
12. Si eres rubio, tienes los ojos claros o la piel muy blanca, necesitas un factor de protección muy alto (a partir de 30) no bajes de ese número bajo ningún concepto. Procura exponerte al sol muy poco tiempo e incluso utilizar una camiseta de algodón.
13. La piel tiene memoria de elefante cuando es dañada por el sol, por lo que es muy importante proteger a los niños para evitar daños futuros en la piel. Evita el sol hasta los 6 meses y después utiliza fórmulas especiales para niños, pensadas para soportar juegos, baños, roces, y protegerlos adecuadamente. También es conveniente que los niños disfruten del sol en las primeras horas del día o últimas de la tarde, cuando los rayos son menos dañinos.
14. La alimentación es muy importante, algunos alimentos vegetales son ricos en sustancias protectoras como los betacarotenos de los alimentos anaranjados, la luteína de la yema de huevo o la vitamina E de los aceites. Un mes antes de tomar el sol lleva una dieta rica en frutas y verduras coloreadas o toma un suplemento específico para preparar la piel.
15.No te olvides de hidratarte al sol. La pérdida de líquidos con el sudor es mayor a temperaturas altas, bebe agua frecuentemente, especialmente si haces deporte, para evitar la deshidratación.
16.Después de haber estado al sol, conviene refrescar la piel, date una ducha fresquita y crema hidratante.