Tener regularidad en las horas de las comidas ayuda a metabolizar bien los alimentos. Además, los estudios científicos precisan, incluso, cuáles son las mejores horas para cada ingesta.
Según un estudio realizado por el Instituto de Salud de Barcelona (ISGlobal), en colaboración con INSERM francés:
- las personas que desayunan habitualmente después de las nueve de la mañana aumentan un 59% su riesgo relativo de desarrollar diabetes tipo 2, en comparación con aquellas que desayunan antes de las ocho.
- cenar después de las 22 h podría aumentar el riesgo
- comer cinco veces al día en lugar de 3 o 2 se asoció con una menor incidencia de diabetes tipo 2.
Aunque hace falta más investigación para confirmar la hipótesis, la conclusión del estudio es que desayunar antes de las ocho de la mañana y cenar antes de las siete de la tarde es lo más recomendable.
El estudio no confirma que saltarse la primera comida del día para alargar las horas de ayuno sea beneficioso en relación con la diabetes, como algunas personas creen.
Estos hallazgos respaldan el concepto de crononutrición, que relaciona la dieta con los ritmos circadianos (diario, marcados por la alternancia del día y la noche) en la salud general. De hecho, el mismo equipo de investigación del ISGlobal ha aportado evidencia sobre la asociación entre cenar temprano y un menor riesgo de cáncer de mama y de próstata.
Por supuesto, el riesgo depende aún más de los alimentos que elegimos. Para prevenir la diabetes es crucial evitar los picos de glucosa, causados por los alimentos con una alta proporción de hidratos de carbono y baja de fibra, proteína y grasa. Y también es muy importante hacer ejercicios para fortalecer la musculatura.