El error de renunciar a la lactosa por moda

Las modas en las nutrición se propagan a la velocidad del rayo y muchas veces se toman decisiones sin tener realmente claro cuáles son las ventajas y las consecuencias. Un ejemplo de lo que estamos hablando es la tendencia a tomar leche sin lactosa de forma indiscriminada, más allá de las intolerancias probadas.

Redacción Sport Life

El error de renunciar a la lactosa por moda
El error de renunciar a la lactosa por moda

Dejar de tomar lactosa, especialmente en el caso de los menores, podría curiosamente provocar la intolerancia, que hay que aclarar que no es una alergia. Los efectos (hinchazón, gases, diarrea, etc) no se deben a ninguna alergia sino a la reacción de los microorganismos de nuestro intestino. ¿Qué es lo que sucede? Que cuando somos adultos perdermos la capacidad de producir lactasa, responsable de romper la lactosa, que es el azúcar principal de la leche. Al llegar al intestino, la microbiota fermenta la lactosa, produciendo gases y otras sustancias que son las causantes de los síntomas de los que hablábamos. Hay gente que tiene una fuerte intolerancia a la lactosa por esta falta de lactasa, mientras que la mayoría no tiene nunca ningún problema.

Por tanto, restringir la cantidad de lactosa puede provocar que deje de producirse la enzima, de manera que se induce a la intolerancia. Optar por prescindir de la lactosa, sin que una razón médica que avale esta decisión, puede ser negativo, provocando el efecto contrario del deseado: acabaría siendo la causa de la intolerancia que justo queremos evitar. ¿Y ganamos realmente algo de salud sacando la lactosa de nuestra dieta si no somos intolerantes? Nada. Más aún, prescindimos de un componente que es un ázucar propio de la leche que aporta proteínas de alto valor biológico.

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